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César Caicedo

Es economista de la Universidad de Tufts, en Massachussets (Estados Unidos) y se especializó en Administración de Empresas con énfasis en Mercado y Finanzas en la Universidad de Miami. Desde 2002 asumió la dirección de la empresa que fundó su abuelo en 1918, y que dirigió su padre por 40 años, y la ha llevado a ser una de los principales productoras de alimentos de América Latina.

César Caicedo

Desde 2002, César Caicedo es el presidente de Colombina, la compañía que fundó en 1927, en Cali, su abuelo don Hernando Caicedo y que después dirigió su padre, Jaime Hernando, durante 40 años. Pasó de ser una empresa netamente de dulces, a uno de los mayores fabricantes de alimentos de América Latina, lo que le ha ayudado a reducir el impacto de coyunturas como la del COVID-19.

Pero no es la primera vez que su empresa ha sido testigo de inestabilidades globales.

“El tesón de los empresarios se mide en eso, en la capacidad de sobreaguar por esos momentos difíciles, de tener esa garra.

Creo en el carácter, en la capacidad, trabajo… los colombianos en la capacidad de formar consensos. De salir adelante. Nosotros somos berracos”.

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En lo que venga hacia adelante las empresas tendrán mucho que aportar.

“Obviamente hay que invertirle más a la educación, eso está claro. Eso es deseable para cualquier sociedad. La educación y la igualdad de oportunidades es lo mejor que puede hacer un país para que sea un país más próspero y que haya mayores igualdades de condiciones para todos. Eso no se da con decirlo y con el deseo, eso se da generando puestos de trabajo. Generando economía”.

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La inclusión es un punto importante en todo esto, y le hablo de la inclusión de todos estos pequeños empresarios que son al final los que jalonan la economía. Hay que protegerlos, ¿verdad?

“La iniciativa privada no solo son las empresas grandes, es la empresa pequeña, es la persona que tiene un taller, el profesor de yoga, la persona que tiene una flota de buses. Toda la iniciativa privada y ni se diga de la nueva iniciativa el nuevo mundo digital. Tengo la fiel convicción que la manera más poderosa de acabar con la exclusión es educación y actividad económica”.

¿Cuál cree que debe ser la responsabilidad de los líderes como usted en toda esta situación?

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“El principal problema que estamos viviendo, y todos lo sabemos, es el desempleo. Ese es el tema más crítico y lo será por los próximos años.

Creo que necesitamos dinamizar la economía, porque es que al final del día los países en toda la historia del mundo que han progresado lo han hecho porque han desarrollado actividad económica. Y nosotros tenemos que entender que esa es la base para que el país prospere. Salir a hablar y a pasar leyes para sacar el país adelante a pura a punta de verso eso es muy fácil,

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La verdadera manera que los países han progresado es cuando se ponen de acuerdo de cómo van a salir a desarrollar su economía de manera sana, con legalidad. Es con un pago de impuestos sano, que significa ni una barbaridad de alto, ni tampoco que haya evasión de impuestos. Ambos extremos son malos. Que haya formalidad”.

La sociedad también tendrá que poner de su parte, no solamente las empresas.

“Es innegable que la situación tensa y difícil que se va a vivir por varios años es caldo de cultivo para líderes que quieren explotar de manera maquiavélica esa situación. Que quieran usar la dificultad para buscar posiciones extremas. Eso se va a ver.

Pero también guardo la esperanza total en la sensatez de la gente. El sentido común de la gente. La gente sabrá distinguir qué es cuento y qué tiene más posibilidades de verdad de ser un camino de verdadero desarrollo. Que ojalá las pasiones se reemplacen un poco más por la racionalidad.

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Y las frustraciones las aprendamos y la sepamos ponderar. Necesitamos de líderes nuevos y líderes que sepan interpretar ese sentimiento, no que vayan a incitar el choque, el odio, la separación. Por el contrario, eso lo tenemos que construir”.

Cómo integrarnos como sociedad con el Estado. ¿Quizás las empresas pueden tender un puente bastante importante para lograr ese objetivo?

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“Si usted se pone a pensar el principal interesado en que la empresa privada le vaya bien es el Gobierno. Porque si a las empresas les va bien el Gobierno va a recibir más o menos la mitad de sus beneficios netos que tiene la compañía.

Realmente el gobierno es sólo un vehículo, porque el gobierno que debe estar obligado administrar bien la plata esa plata finalmente es para la gente. Para que hay educación, para que haya mejores escuelas, mejor salud, mejores carreteras”.