A unos solos segundos de conocer el tiempo añadido, el grupo de Guus Hiddink se sentía ganador. Así lo reflejaba el marcador, con un 3-2, hasta que, de pronto, un disparo de Daniel Williams logró la igualada y el encuentro entró en un tramo de locura, con un posterior remate al larguero holandés y el 3-4... de Estados Unidos.
Entre la incredulidad de los más de 53.000 espectadores que asistieron al Amsterdam Arena, que disfrutaron, salvo por el resultado, con un partido competido de principio a fin, disputado desde la vocación ofensiva de los dos equipos, porque ni uno ni otro conjunto especularon nada con el marcador. Siempre quisieron ganar.
Su mirada se dirigió permanentemente hacia la portería contraria. Nunca hacia atrás. Primero Estados Unidos; después, con mucha más pegada, Holanda, que superó el exigente inicio desde las paradas de Cillesen, desde el elegante regate y los centros de Depay y desde la cabeza de Huntelaar; y al final las dos selecciones.
Una combinación entre Depay y Huntelaar solucionó el primer gol antes de la media hora. La pisó en la banda izquierda el extremo, que conectó un pase aéreo perfecto con el testarazo del delantero. Mucho mérito del gol corresponde al extremo fichado el pasado mes por el Manchester United. Tiene agilidad, potencia, pase, regate.
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Lo demostró más veces a lo largo del encuentro, siempre con una precisión milimétrica, como también hizo Huntelaar con su remate, con el que se asoció Van der Wiel para el 2-1 en el comienzo del segundo tiempo. Entre medias, en el minuto 33, había marcado Estados Unidos por medio de Gyasi Zardes, oportuno en el segundo palo.
El 3-1, en el 53, también se originó desde un costado. Tanto la banda derecha como la izquierda fueron un jeroglífico de difícil resolución para los laterales estadounidenses, superados cada vez que su adversario, bien con Depay por un lado o con Promes o Narsingh por el otro, combinaba hacia arriba por un lado u otro.
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De ahí surgió el tercero de Holanda. Primero lo evitó Guzan, ágil para responder al cabezazo de Wijnaldum, pero sin opción después, cuando la cesión atrás la enganchó Huntelaar con potencia, camino del tercer gol, que hubiera sido suyo de no ser porque chocó involuntariamente con el cuerpo de Depay, finalmente autor del 3-1.
Ni siquiera ese gol garantizó el triunfo de Holanda, derribado casi sobre la hora por Estados Unidos, que primero puso emoción con el 3-2 a veinte minutos del final, anotado por Brooks, el mismo que había recuperado la pelota un par de pases antes en medio campo, y que después revolucionó el partido en el esprint final del choque.
El equipo norteamericano encontró el empate en un zapatazo de Williams desde el borde del área. Era el minuto 89. En la siguiente jugada, Holanda estrelló una ocasión contra el larguero. Y en la siguiente, sin un solo momento de pausa, Wood completó la increíble remontada de Estados Unidos sin explicación para el equipo holandés.
Ficha técnica:
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3 - Holanda: Cillessen; Janmaat (Van der Wiel, m. 46), Bruma, Martins Indi, Blind; Promes (Narshing, m. 46), Clasie (Sneijder, m. 78), Wijnaldum, Depay; Van Persie (Propper, m. 58) y Huntelaar (De Jong, m. 78).
4 - Estados Unidos: Guzan; Chandler, Brooks, Alvarado (Orozco, m. 46), Shea (Diskerud, m. 57); Beckerman (Williams, m. 63); Johnson, Bradley, Morales (Yedlin, m. 57), Zardes; y Johansson (Wood, m. 65).
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Goles: 1-0, m. 27: Huntelaar. 1-1, m. 33: Gyasi Zardes. 2-1, m. 49: Huntelaar. 3-1, m. 53: Depay. 3-2, m. 70: Brooks. 3-3, m. 89: Daniel Williams. 3-4, m. 90: Wood.
Árbitro: Martin Strombergsson (Suecia). Amonestó al holandés Van der Wiel (m. 86).
Incidencias: partido amistoso disputado en el Amsterdam Arena ante unos 53.000 espectadores.