La compañía estadounidense no ve con buenos ojos el proyecto de construcción en el puerto de Miami (EE.UU.) de un estadio de fútbol, por lo que ha decidido pasar a la acción, con empresas interesadas, a través de una campaña publicitaria contraria a esta iniciativa.
Bajo el título "Aquí vamos de nuevo" ("Here We Go Again"), el anuncio dice que esta alianza "apoya de todo corazón la franquicia de fútbol en Miami", pero estima que "hay otros sitios que se beneficiarían más del estadio" que la zona del puerto.
En ese sentido, sostienen que la construcción del estadio de fútbol en el Puerto de Miami entraña un riesgo para "los puestos de trabajo" y afectaría a las "operaciones de cruceros y de carga", así como a la seguridad y "futuro prometedor" de este.
Pero el grupo de inversionistas liderado por Beckham mantiene viva la campaña con la que busca construir en el puerto de Miami el impresionante estadio del futuro equipo de la Major League Soccer (MLS) de la ciudad.
El consultor de bienes raíces integrante del grupo inversor John Alschuler resaltó, sin embargo, los beneficios que dejaría a la ciudad el emplazamiento del estadio en el puerto.
En su opinión, convertir la franquicia de fútbol de la ciudad en una "marca internacional", requiere levantar el estadio "en un entorno que capture la imaginación del público, de preferencia cerca del agua", según recogió The Miami Herald.
El consultor, no obstante, reconoció que la propuesta choca con algunos desafíos, entre ellos la probabilidad de que se generen problemas de tráfico, tal como así lo manifestaron algunas autoridades de la ciudad.
Entre las autoridades que han levantado su voz figura el alcalde de Miami, Tomás Regalado, quien dijo recientemente que la construcción del estadio de fútbol en el puerto de Miami se enfrenta a dificultades legales, debido a que los terrenos que en su día cedió la ciudad sólo pueden destinarse a actividades portuarias.
"La cláusula es muy específica y muy clara legalmente. Dice que si los terrenos del puerto no son utilizados para actividades portuarias, esa propiedad revierte a la ciudad de Miami", explicó el alcalde, quien resaltó que el Gobierno de la ciudad busca "ser parte de esa conversación".
El desarrollo del puerto y sus actividades están controladas por el condado de Miami-Dade, cuyos representantes desde hace varios años han buscado qué hacer con la esquina suroccidental del puerto, donde se ha ideado la construcción del estadio, ya que no puede ser usada para barcos de carga o cruceros por la poca profundidad de sus aguas.