Respecto al equipo que empezó el partido contra el Barcelona el martes pasado, hubo diez cambios. El único de aquel equipo que jugó hoy desde el principio fue el central Jerome Boateng.
Más tarde entraron Franck Ribery y Mario Gómez, en el 74, y Javi Martínez que ingresó en el 84. El gol del Bayern lo marcó, de falta, el suizo Xerdhan Shaqiri, en el minuto 35.
Lo apretado del resultado, después de una racha de goleadas seguidas de la que no se libro el Barcelona, se hablado en broma de crisis en Múnich. En todo caso, para el Bayern la Bundesliga ya está ganada desde hace semanas y las emociones en el torneo doméstico se dan en el otro extremo de la clasificación.
El Hoffenheim derrotó hoy por 2-1 al Núremberg mientras que el Augsburgo goleó al Stuttgart por 3-0. Esos resultados ponen a presión a un histórico del fútbol alemán, el Werder Bremen, que cayó hoy por 1-0 ante el Bayer Leverkusen, con un gol de penalti de Steffan Kiessling.
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El Bremen está ahora sólo dos puntos por encima del Augsburgo, que ocupa la antepenúltima casilla que implica jugarse la permanencia en un duelo a doble partido contra el tercero de la segunda Bundesliga.
La distancia del Bremen con respecto al Hoffenheim -su rival de la semana pasada que esta en la zona de descenso directo- es de cinco puntos.
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Por otra parte, la lucha por la clasificación a la Liga Europa, y en menor grado por el cuarto lugar que abre las puertas de la eliminatoria para la Liga de Campeones, ha ganando interés con las derrotas que sufrieron hoy el Friburgo y el Borussia Mönchengladbach, por 3-1 ante el Wolfsburgo.
Las tres casillas que dan la clasificación directa a la Liga de Campeones, en cambio, ya están escrituradas. El Bayern y el Dortmund ya están clasificados matemáticamente mientras que al Leverkusen, tras su victoria de hoy, independientemente de lo que haga mañana el Schalke ante el Hamburgo, le faltan sólo dos puntos.