El exseleccionador de Venezuela, visiblemente molesto con el arbitraje, se apersonó a la mesa de control del partido, donde ya discutía uno de sus colaboradores, y agredió a un dirigente del equipo rival e inmediatamente fue expulsado por el árbitro, según imágenes de televisión.
"El vino al 'bochi' (a provocar)", protestó Benjamín Saucedo, delegado orientista, y "ahora el que va a tomar medidas es el Tribunal de Justicia Deportiva y creo que hay de uno a tres años (de suspensión) por agresión a dirigentes".
Ante la inminente sanción, Farías advirtió: "si quieren que me vaya, no tengo problema. Si me suspenden por seis meses, agarro mi maleta y me voy". El timonel llanero admitió sin embargo que "cometí un error, pero él (Saucedo) también me insultó", por lo que anunció acciones legales.
"Me cansé que me llamen extranjero muerto de hambre, voy a asesorarme porque sé que hay una ley de racismo", señaló.
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En agosto pasado, Farías se quejó de haber sido víctima de racismo, hecho que habría impedido su contratación a medio tiempo como DT de la selección boliviana. La dirigencia pretendía tomarle un examen, al igual que hizo con otros aspirantes, entre ellos el actual seleccionador, el argentino Ángel Guillermo Hoyos.
Entrenador de Venezuela entre 2007 y 2013, Farías protestó: "No me presto a que mi trayectoria sea pisoteada", y deslizó el tema del racismo. "Hay gente racista. Yo soy indio, miren mis facciones, pero hay gente mal educada", declaró.
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Bolivia promulgó en 2010 una Ley contra el racismo y toda forma de discriminación.