Sin Arturo Vidal, el equipo al mando de Juan Antonio Pizzi quiere confirmar sus dos coronas en la Copa América y no quedarse afuera del certamen internacional, pero se enfrentará a la invicta Brasil.
Con Brasil hundido en Santiago y la ‘roja’ dominando América, pocos pensaban hace dos años que Chile acabaría jugándose el pase a Rusia-2018 en la fecha final, y contra una 'canarinha' sobrada. Pero a la generación dorada se le mojó la pólvora y llega a Sao Paulo aferrada a su última bala.
Terceros en las eliminatorias tras su emocionante resurrección frente a Ecuador (2-1), los de Juan Antonio Pizzi precisan ganar el martes para garantizarse un lugar en el Mundial o, al menos, empatar para asegurar el repechaje contra Nueva Zelanda.
Igualado a 26 puntos con Colombia -y a uno de las urgidas Perú y Argentina, pero dos por encima de Paraguay, solo una victoria permitiría a Chile dejar de lado la calculadora en una noche que puede ser una agonía mientras medio continente se juega la vida a la misma hora.
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"Vamos a seguir peleando", prometió Pizzi tras ganar oxígeno el jueves.
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El problema es que enfrente estará la imparable ‘seleçao’ de Tite, a quien la primera plaza para Rusia conquistada en marzo no quitó el apetito y sigue invicta con nueve triunfos y dos empates desde que cambió de técnico el año pasado.
Poco queda de aquel equipo herido que agravó su depresión en el estadio Nacional de Santiago (2-0) en octubre de 2015, cuando arrancó las eliminatorias perforado por la confianza de una ‘roja’ que, desde la cima del continente, ya no temía a nadie.
Aún tocaría el cielo Chile una vez más, y bajaría otro peldaño hacia el infierno Brasil, en la Copa América Centenario en Estados Unidos en 2016, donde la generación dorada fue bicampeona y la ‘seleçao’ humillada en la fase de grupos, antes de tomar caminos opuestos.
Sin el rey
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Y por si le faltaban problemas a Pizzi para el martes, el último golpe llegó en el minuto 58 frente a Ecuador, cuando Arturo Vidal vio la amarilla que le dejaría fuera del choque donde el brillante grupo al que él puso la cresta y el genio se juega el futuro de su leyenda.
Pero, con el reto de clasificarse por primera vez para un tercer mundial consecutivo todavía muy vivo, en la ‘roja’ nadie baja los brazos.
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"La motivación está por las nubes", aseguró el portero y capitán Claudio Bravo antes de viajar a Brasil. "No hay más cartas que jugar. Queremos un Chile que va hacer historia, un Chile ganador", añadió.
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La ausencia de Vidal acabó de desmantelar, sin embargo, el habitual mediocampo del equipo, que ya pendía de un hilo debido a la no convocatoria de Marcelo Díaz y a la delicada situación de Charles Aránguiz.
Lesionado en la pantorrilla, el volante del Bayer Leverkusen no jugó contra Ecuador y tampoco se entrenó con el grupo a su llegada a Sao Paulo, complicando seriamente su participación el martes.
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Así, Pizzi confiaría de nuevo en Francisco Silva y Pedro Pablo Hernández como volantes de contención, mientras que el sustituto de Vidal podría ser Felipe Gutiérrez.
Más adelantado jugaría Jorge Valdivia junto a Eduardo Vargas y Alexis Sánchez, cuyo tanto a cinco minutos del final frente a Ecuador devolvió la vida a un Chile en el purgatorio.
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Próxima parada: Rusia
Otro de los motivos para el optimismo chileno es que una eventual derrota de Brasil podría ayudar a que Argentina quedara fuera del Mundial -siempre que se dieran otros resultados-, una idea que seduce a más de uno en este país que nunca le quita el ojo a sus archirrivales.
Aunque, sin haber caído jamás en casa en la historia de las eliminatorias, nadie contempla levantar el pie en esta ‘seleçao’ conjurada para enterrar el periodo más negro de su historia.
"Brasil ya está clasificado. Si (Messi) va o no a la Copa, para mí no tiene importancia. Sabemos que la última fecha envuelve muchas cosas, pero vamos a entrar al campo para hacer nuestro trabajo. Estamos centrados solo en nosotros", opinó el arquero del Manchester City Ederson, el único cambio en el equipo titular que dejó entrever Tite.
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Motivación tampoco le faltará a Neymar quien, en caso de marcar, podría no solo echarle un cable a su buen amigo argentino, sino también recortar distancias en su persecución a Romario, del que solo separan cuatro tantos para arrebatarle el cuarto puesto en la lista de artilleros históricos de la Seleçao.
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El partido comenzará a las 6:30 p.m. en el estadio Allianz Parque de Sao Paulo, y estará dirigido por el juez ecuatoriano Roddy Zambrano, asistido por sus compatriotas Christian Lescano y Byron Romero.