Estas finales pondrán cara a cara al equipo con la delantera más efectiva, Nacional, con 43 goles en 22 partidos, y a la segunda mejor defensa del campeonato, la del Junior, que ha encajado 19.
La parte de atrás es justamente la fortaleza del Junior, un equipo que sabe defenderse con elegancia, sin encerrarse en su línea de fondo, estrategia que el club espera le siga dando resultados y le permita alcanzar la octava estrella.
Los "tiburones" de Barranquilla, que superaron momentos difíciles a mitad de campeonato cuando el equipo estuvo a punto de descarrilar, tienen en el portero uruguayo Sebastián Viera una garantía en el arco y en el delantero Edison Toloza su carta para el gol.
El Junior, un equipo menos regular que el Nacional, actual campeón del torneo, concentró este sábado a 23 jugadores para este partido y no tiene bajas en su plantilla.
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Nacional, que sueña con sumar su estrella número 14, llega al partido de este domingo con el bajón anímico producido por la eliminación en los cuartos de final de la Copa Libertadores ante el Defensor Sporting de Uruguay, que lo apeó del torneo con sendos triunfos 0-2 en Medellín y 1-0 en Montevideo.
"Hay que pasar la página, hay que preparar la final, dejar la llave al menos abierta en la ida (en Barranquilla) para el regreso acá (en Medellín)", escribió el técnico de Nacional, Juan Carlos Osorio en Twitter.
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El equipo verde puede contar con Edwin Cardona, una pieza vital en el centro del campo que se perdió el último partido de la Libertadores por sanción, y con el goleador Sherman Cárdenas, que hizo parte de la plantilla del Junior en 2011 y 2012.
Los protagonistas de esta final ya disputaron la de 2004, cuyo título se quedó en la tanda de penaltis (5-4) en manos del Atlético Junior tras ganar 3-0 en el partido de ida y perder 5-2 en la vuelta.
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