Si gana el Bayern, será su quinto trofeo; si lo hace el Inter, sumará su tercero. En el formato de Liga de Campeones, ningún equipo ha ganado el título por segunda vez consecutiva.
En sus respectivos trayectos por los distintos torneos continentales, sólo en una ocasión el equipo italiano y el alemán cruzaron sus caminos. Fue en los octavos de la entonces denominada Copa de la UEFA de la temporada 1988-89. Salió airoso el Bayern, que perdió en la ida por 0-2 pero superó al Inter en la vuelta por 1-3.
A pesar de su leyenda, el conjunto alemán ha sido uno de los tapados del torneo. Sometido a la crisis del fútbol germano, el Bayern ha tardado en salir a flote. De la mano del holandés Louis Van Gaal, que afrontará en Madrid su tercera final de Liga de Campeones/Copa de Europa tras las dos que jugó el Ajax, con un triunfo, en 1995, y una derrota, en 1996, ha reconducido su situación.
Es la octava ocasión en la que el Bayern estará a orillas del éxito. Hasta ahora su historia resplandece con cuatro títulos de la Liga de Campeones/Copa de Europa (1973-74, 1974-75, 1975-76 y 2000-01), que añade a las dos Copas Intercontinentales (1976, 2001), una Recopa (1966-67) y una Copa de la UEFA (1995-96).
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El Inter está ante su gran oportunidad. A la sombra del gran Milán e, incluso, de los buenos tiempos del Juventus, hace tiempo que ha recuperado el primer lugar en Italia. Acostumbrado a las conquistas ligueras en los tiempos recientes -2006, 2007, 2008 y 2009-, agota sus esfuerzos en el premio continental.
Es su auténtico anhelo. Veintiocho años le separan de su última cita. En Rotterdam, donde cedió ante el Ajax. Antes, en 1967 perdió el título a manos del Celtic, en Lisboa. No logra el título desde hace cuarenta y cinco años, cuando jugó ante el Benfica en San Siro en 1965. Un año antes lo había logrado en Viena, donde superó al histórico Real Madrid.
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Su peso internacional se completa con dos Copas Intercontinentales (1964 y 1965) y tres Copas de la UEFA (1991, 1994 y 1998).
Van Gaal contra Mourinho: duelo de los banquillos entre maestro y discípulo
La final será el reencuentro de Van Gaal con Mourinho, uno de sus discípulos más aventajados que fue uno de sus asesores en los tiempos remotos en los que ambos trabajaban en el Barcelona.
Los dos se parecen en muchas cosas. Ambos viven obsesionados con sus respectivos sistemas, ambos estudian al detalle al rival que tienen que enfrentar. Y uno de los dos obtendrá en la final de Madrid lo que hasta ahora sólo había logrado Ottmar Hitzfeld que es ganar la Liga de Campeones con dos equipos distintos.
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Van Gaal ya la ganó con el Ajax y ahora, en su primer año en el Bayern, puede sumar su segundo triunfo. Mourinho conquistó la Liga de Campeones con el Oporto y ahora tiene la oportunidad de volverla a conseguir con el Inter tras haberlo intentado durante varios años infructuosamente con el Chelsea.
Van Gaal hace poco resumió en una frase buenas partes de la diferencia entre los dos entrenadores.
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"El entrena para ganar, yo entreno para jugar un fútbol atractivo y ganar. Mi camino es más difícil", dijo el holandés.
Mourinho, en busca del éxito, normalmente procura maniatar al rival a través de una disposición defensiva hecha a la medida de la víctima de turno.
De cara al duelo del Bernabéu tal vez haya una diferencia fundamental: mientras Mourinho parece embarcado en un proceso de divorcio con el Inter, Van Gaal está en su luna de miel con el Bayern.