Así, la directiva del FC Barcelona busca que sus jugadores dejen todo en el campo para conseguir la proeza de levantar una semifinal que parece imposible, tras el 4-0 que endosó el Bayern a los catalanes el martes pasado.
El partido de vuelta será en el Camp Nou y se espera un lleno absoluto para una jornada que los barcelonistas esperan que sea histórica, si remontan, aunque con muchas reservas, debido a lo difícil del reto, porque el Bayern no ha cedido ni un ápice de terreno a sus rivales desde hace meses en todos los escenarios y torneos.
Este será el tercer mosaico de la temporada en el Camp Nou, después del que organizó la directiva en octubre para recibir al Real Madrid y en marzo, al Milan.