La tragedia se produjo cuando el público comenzaba a retirarse del estadio al término de un partido eliminatorio entre el Spartak de Moscú y Haarlem holandés por la Copa de la UEFA, encuentro que el equipo local ganó 2-0.
Las autoridades soviéticas ocultaron los hechos durante casi siete años, hasta 1989, cuando apareció el primer artículo en la prensa sobre lo ocurrido en el estadio Lenin, que incluía testimonios de supervivientes.
Según los datos oficiales, esa noche murieron aplastados 66 aficionados y varios centenares resultaron heridos, aunque de acuerdo a otras estimaciones las víctimas mortales ascendieron a 340.
"Cuando salíamos del estadio vimos que llegaban varias ambulancias a toda velocidad. En esos momentos no podíamos ni imaginar lo que había ocurrido", recordó Serguéi Shabló, a la sazón mediocampista del Spartak, en declaraciones a la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti.
Esa noche aciaga, el Spartak anotó su segundo gol, mediante un testarazo de Serguéi Shevtsov, en el minuto 90, cuando en la salida de la tribuna C del estadio, en esos mismos momentos, se producía la avalancha.
"Al día siguiente nos dijeron qué había sucedido. No recuerdo quién nos lo dijo. En tiempos soviéticos habitualmente no se informaba de tragedias con víctimas. No era información pública, pero lo sabíamos, pues eran nuestros aficionados", subrayó Shabló.