Ambos equipos cayeron este martes en sus respectivos partidos y no pudieron mantener la categoría. Jaguares y Rionegro, los dos beneficiados de la jornada. Así se vivió esta angustiante jornada del campeonato.
Unión Magdalena y Atlético Huila sentenciaron este martes su descenso a la segunda división del fútbol colombiano, luego de perder sus respectivos partidos de la fecha 20 de la Liga Águila-II.
Los dos equipos llegaron a esta última fecha con posibilidades matemáticas de salvarse, pero en la cancha las cosas no se dieron como esperaban y se despidieron.
El equipo samario cayó 3-1 con Once Caldas y lo propio ocurrió con los ‘opitas’, que perdieron por la mínima diferencia frente a Jaguares, en el estadio Jaraguay de Montería.
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Decepción samaria: Unión Magdalena perdió 3-1 con Once Caldas y solo duró un año en la Liga
El llanto, la tristeza y la desilusión se apoderaron de jugadores, técnicos e hinchas de Unión y Huila.
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Varios de los integrantes de los planteles terminaron tendidos en el césped y otros simplemente se retiraron de la cancha cabizbajos y en silencio.
La presión que aguantaron jugadores e hinchas durante 20 fechas finalmente llegó a su final y ahora ambos clubes deberán acomodarse en lo deportivo, pero también en lo administrativo.
Unión Magdalena, un equipo histórico en el balompié de nuestro país, regresó en este 2019 a la Liga tras 13 años en el ostracismo de la B e ilusionó nuevamente a su número hinchada.
Sin embargo, la buena campaña que hicieron los dirigidos por el tolimense Harold Rivera en el primer semestre no la pudieron revalidar en el segundo y ahora deberán volver a luchar por regresar.
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El caso del Huila es diferente. Los ‘opitas’ ascendieron en 1997 y se mantuvieron 22 años en la Liga, tiempo en el que fueron animadores del torneo y disputaron dos finales, una frente a Medellín y otra contra Nacional. Las dos las perdieron.
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De otra parte, Rionegro, que igualó 0-0 con Millonarios, y Jaguares, que venció en un duelo directo a los ‘opitas, se salvaron, pero el próximo año deberán armarse bien para salir de esa incómoda situación.