Hay mañas inexplicables: comerse las uñas, levantarse siempre al mismo lado de la cama, la necesidad de apoyar la mano contraria mientra se lava los dientes... Millonarios, bajo la dirección técnica de Richard Páez, tiene la suya: regalar un tiempo de cada partido, generalmente el primero.
Esta vez en Neiva no fue la excepción. En la cancha más difícil del país para los de azul, que no ganan en el Plazas Alcid hace casi una década y que suelen recibir durísimos golpes cada vez que se enfrentan con el Huila, Millonarios jugó un pésimo primer tiempo.
Los errores defensivos y de recuperación fueron increíbles, la falta de sacrificio de casi todos los jugadores en términos de presión al contrario, la imposibilidad de salir jugando... todo pintaba para una catástrofe, pero en el arco de la visita estaba Nelson Ramos.
El arquero fue el responsable de que el muy ordenado y juicioso Atlético Huila de Néstor Otero no se llevara por delante a los azules con una goleada memorable, al menos en esa primera parte. Porque lo que sacó el golero fue tremendo: remates de Rojas, Vidal, Andrade... por supuesto, Ramos no es invencible y por eso el amarillo opita se fue arriba.
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Johnnier González sólo tuvo que aprovechar una pésima salida de la defensa azul en un tiro de esquina, que se vio complementada por la inexistencia de alguien cubriendo la zona de rebotes, para marcar el primero a los 18, altura en la que Ramos ya había salvado su arco en un par de opciones clarísimas.
A los 26 Andrade sacó un riflazo tremendo después de otro error de rebotes defensivos mal manejados, y aunque el marcador decía 2-0, perfectamente podría ser 5-0. Así fue la cosa.
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Lo curioso es que cuando parecía que venía una goleada, Preciado (que entró por un flojo Tancredi) fue derribado en el área y el penal fue bien cobrado por el propio Ramos para un 2-1 mentiroso. Bueno, al menos hasta ese momento, pues para la segunda parte las cosas fueron a otro precio.
No se trata sólo del cambio de Harold Martínez (de flojísima actuación) por Elkin Blanco. Millos fue otro y, fiel a su maña, después de regalar el primer tiempo jugó una muy buena segunda parte.
Por supuesto, tuvo para empatar pero el Huila aguantó. Ramos ya no tuvo que trabajar tanto pues el azul se paró muy bien atrás con un Pedro Franco que mostró de debe ser titular, pero entre las atajadas de Estacio, la falta de puntería de Preciado y Angulo y el buen trabajo defensivo de los opitas se cosechó una victoria importante que tuvo todo para ser más larga, pero que al final suma lo mismo: tres buenos puntos.
Vea las estadística del partido acá.
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