En el momento que el balón echó a rodar se encontraban sobre el césped de San Siro seis brasileños, tres franceses, dos colombianos (Jeison Murillo y Duván Zapata), un argentino, un croata, un ghanés, un japonés, un griego, un malí, un montenegrino, un portugués, un serbio, un esloveno y un suizo. El único italiano era el árbitro Domenico Celi.
Según el periódico deportivo la Gazzetta dello Sport, se trata de la primera vez en la historia del campeonato en que ninguno de los 22 jugadores de inicio es italiano.
La Gazzetta recuerda un sólo caso similar en las grandes ligas europeas: un Portsmouth-Arsenal de la Premier League en 2009.
Esta temporada el reglamento ha introducido la obligación de que de los 25 jugadores que pueden componer cada plantilla, al menos cuatro se hayan formado en el club, y cuatro se hayan formado en Italia.