Pese a su inesperada derrota en casa, el Cerro Porteño confía en salir de su delicada situación amparado en su fama de 'verdugo' de equipos brasileños.
En la fase de octavos de final, el azulgrana avanzó a expensas del Goiás (2-0 en Asunción y 3-1 en Goiania) y en cuartos de final dio fácil cuenta del Botafogo en la propia Río de Janeiro, donde goleó por 1-3 ocho días después de ganar en su fortín por 2-1.
El equipo azulgrana tendrá que volver a Río de Janeiro este miércoles para dirimir el boleto con el Fluminense, que en el partido de ida, el 11 de octubre, ganó con una exuberante demostración de fútbol práctico y ofensivo.
Fue precisamente en cancha ajena donde el equipo carioca del goleador Fred encarriló sus clasificaciones: en la primera fase eliminó al Flamengo al robarle un 1-1 tras permitir un 0-0. En octavos de final sustrajo un 2-2 al Alianza Atlético peruano y después liquidó en casa con un inapelable 4-1.
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Y el paso a las semifinales lo firmó con una victoria en Santiago por 0-1 una semana después de haber cedido un 2-2 en casa. Este antecedente reciente refuerza aún más la fe del entrenador argentino Pedro Troglio y sus pupilos del Cerro.
La otra semifinal, que parece haber tenido en la ida un resultado favorable al sorprendente River Plate uruguayo irónicamente tampoco cayó mal en las filas de la Liga de Quito que el jueves, en su cancha, espera remontar con la ayuda de la 'ventaja invisible' que dan los goles marcados a domicilio.
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Un triunfo por 1-0 le bastará al equipo ecuatoriano para matricularse en la final y aproximarse al proyecto histórico de completar con la Copa Sudamericana el trébol de títulos continentales tras conquistar en 2008 la Copa Libertadores y en 2009 la Recopa Sudamericana.
Pero jugar fuera de casa parece venirle mejor a los de Juan Ramón Carrasco, a juzgar por el 1-1 que robó al Vitória brasileño en el cierre de los octavos de final y el triunfo por 0-1 que sacó de la cancha del San Lorenzo al cierre de la fase de cuartos de final.
No obstante, ganar en casa tampoco parece haber sido problema para los universitarios quiteños, que vapulearon por 4-0 al Lanús en el partido de ida de los octavos y con un 2-1 acabaron con la aspiraciones del Vélez Sarsfield.
De ser confirmados este 18 de noviembre en Río de Janeiro y el día 19 en Quito los pronósticos favorables que dejaron para brasileños y uruguayos los partidos de ida de las semifinales, el Fluminense y el River Plate estarán protagonizando el 25 de noviembre y el 2 de diciembre una decisión de desconocidos en torneos internacionales.
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El conjunto carioca, fundado el 21 de julio de 1902, conserva como único título extranjero la ya empolvada Copa Río Internacional de 1952, precursora del actual Campeonato Mundial de Clubes.
El club Atlético River Plate, fundado el 11 de mayo de 1932, encontró en la Sudamericana su primera experiencia internacional.
Pero de lograr la Liga de Quito dar vuelta al resultado adverso del jueves último y confirmarse el Fluminense como el ganador de la llave con el Cerro Porteño, la final de la Copa Sudamericana tendrá a dos 'viejos conocidos' de la fase final de la Libertadores de 2008.
El 2 de julio del año pasado la Liga Deportiva Universitaria de Quito (LDUQ) se alzó con la Copa Libertadores al doblegar al Fluminense en una tanda de penaltis (3-1).
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La máxima sorpresa que depararía la serie de vuelta de las semifinales puede venir del Cerro Porteño durante su visita al Fluminense y si llega a confirmar que en la octava edición del torneo es la 'bestia negra' de los equipos brasileños.
Sea cual sea la combinación que resulte de la fase semifinal, el desenlace del torneo será inédito ya que ni ecuatorianos, paraguayos o uruguayos llegaron al final desde que se disputó la primera edición en 2002.