Los sudamericanos mandan la parada

Después de una fase de grupos casi perfecta, donde siete de ocho sacaron billete a la segunda instancia, el esquema de enfrentamientos, que puso a dos selecciones del 'nuevo mundo' frente a frente, contribuyó a diezmar el grupo de americanos que alcanzaron los cuartos de final.

Por imperativos del organigrama, Brasil se vio en la obligación de mandar a su casa a Chile, mientras que Argentina, con error arbitral incluido, le cortó la inspiración a México, que acompañó de regreso a su vecino norteamericano, Estados Unidos, víctima de Ghana.

La esperanza de millones de aficionados de este lado del mundo se sustenta en cuatro equipos del sur del continente, que hasta ahora han salidos ilesos a base de un fútbol efectivo que combina la habilidad individual con mayor disciplina táctica.

Convencido de que se trataba de matar o morir, Brasil no tuvo piedad con Chile y con un contundente 3-0 cortó las ilusiones de los de Bielsa, que no han logrado hacerse justicia ante la Canarinha en seis partidos desde que asumió Dunga, con veintitrés goles en contra y apenas tres a favor.

Acostumbrada a ir de menos a más, la 'verdeamarelha', que fue líder del Grupo G con victorias sobre Corea del Norte y Costa de Marfil y empate sin goles con Portugal, no presentó fisuras de consideración en sus líneas en su último partido tras el que parece haber alcanzado velocidad de crucero hacia la conquista de su sexto título mundial.

El próximo encuentro de Brasil en cuartos ante Holanda no será un camino de rosas, pero tampoco prometía serlo en Estados Unidos'94 y Francia'98, cuando ya los sudamericanos dejaron a los europeos en la cuneta.

La Argentina de Maradona logró sortear los octavos ante México con victoria por 3-1 y aunque el primer gol del ariete Carlos Tevez fue en flagrante fuera de juego, no desdora el triunfo de la Albiceleste, que fue más y mejor que sus desdichados rivales.

Ese mismo día venció Alemania a Inglaterra por 4-1 también con polémica por un gol del centrocampista Frank Lampard que no vieron los árbitros, y el mundo se le vino encima a la FIFA, que dio la cara hoy y aseguró que discutirá el uso de la tecnología en el futuro para evitar pifias.

Con los ecos de la controversia de fondo, ambas selecciones se verán las caras el próximo sábado en el estadio Green Point de Cuidad del Cabo, donde se espera otro buen partido entre dos equipos que mejores impresiones han dejado en este Mundial.

La historia más reciente recuerda que Alemania eliminó al equipo argentino del Mundial'06 en cuartos de final, cuando los de José Pekerman habían comenzado tomarle pulso a la competencia después de despachar a México en octavos, como ahora en Sudáfrica.

Uruguay venció por 2-1 a una rocosa Corea del Sur en octavos de final y se matriculó para un compromiso más difícil aún en cuarto contra Ghana, el escollo que le separa de volver alcanzar sus viejas glorias, cuando entre 1930 y 1970 era un equipo de excelencia.

Si La generación que dirigen Diego Lugano, Diego Godín, Luis Suárez, Diego Forlán y Diego Pérez, entre otros, hacen los deberes ante las incombustibles estrellas africanas, la Celeste podría incluirse, 40 años después, entre los mejores cuatro equipos de un Mundial.

En la primera decisión por penalti en Sudáfrica, Paraguay (5-3) mostró menos nervios hoy que Japón y selló su pase a cuartos de final por primera vez en la historia de la Albirroja, que, en los 90 minutos de juego regular y 30 de prórroga, no logró agujerear la puerta nipona.

Cumplido con lo justo este trámite difícil ante una selección japonesa que se limitó a no cometer errores, los paraguayos necesitarán poner en la cancha un plus para superar su próxima cita ante la súper favorita España.