El Newcastle, que no había ganado al United en sus últimos 18 enfrentamientos, vivió una fiesta inesperada y se sitúa ahora a un punto del Liverpool, sexto clasificado.
En el otro partido que cerró la jornada, el Everton sufrió una sorprendente derrota frente al Bolton, que llegó como colero a Liverpool y se impuso por 1-2.
En contra de lo que afirmó tras perder contra el Blackburn, el pasado fin de semana, Alex Ferguson sí culpó a David De Gea de la derrota ante el penúltimo y condenó al guardameta español a la suplencia frente a las "urracas".
Explicó Ferguson que su sustituto, el danés Anders Lindegaard, de 27 años, tiene más experiencia para jugar en campos como el Sports Direct Arena, anterior Saint James Park, pero los hechos no le dieron la razón, porque los problemas del United van más allá de la portería.
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Apenas crea juego, no define sus ocasiones de gol, pese a que también regresó al once titular Wayne Rooney, castigado por saltarse entrenamientos durante las Navidades, y pese a que se mantiene como máximo rival del City por el liderato, no ofrece la consistencia de otras temporadas.
En Newcastle, a las 'urracas' les bastó con concretar por medio del senegalés Demba Ba la jugada más simple del fútbol británico: sacó de puerta Tim Krull, peinó Shola Ameobi y Demba Ba picó suavemente por encima de Rio Ferdinand y el sorprendido Lindegaard (m.33).
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Luego, no debió funcionarle el 'secador' a Ferguson en el descanso. Las arengas del escocés, tan cerca de la cara de sus jugadores que secan el pelo, según explicaba Mark Hughes, no parece que surtan ya el mismo efecto, porque el United encajó otro tanto nada más salir del vestuario.
Fue un libre directo lanzado por el francés Yohann Cabaye desde 25 metros que no alcanzó Lindegaard.
Con una desventaja de dos goles, las entradas de 'Chicharito' Hernández, Anderson y Danny Welbeck no cambiaron el panorama y el Manchester no llegó siquiera a incomodar el triunfo del Newcastle, que festejó la goleada con un tanto en propia meta de Phil Jones m.90).
En Goodison Park, el Everton sucumbió frente al Bolton, un extraño equipo que suma el triple de puntos como visitante (12), que como local (4).
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El partido dejó para el recuerdo el gol marcado desde su área por el meta estadounidense Tim Howard, favorecido por el viento (m.63), que no fue suficiente frente al posterior acierto de David Ngog (m.67) y Gary Cahill (m.78).