"Estados Unidos podría albergar mañana mismo el Campeonato Mundial de fútbol," aifrmó el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
Pero a juzgar por los errores, y horrores, sucedidos en menos de una semana que lleva disputada la Copa América Centenario a lo largo y ancho del país, está quedando claro que organizar exitosamente un gran torneo de fútbol requiere mucho más que tener grandes estadios, aeropuertos y hoteles.
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La atención se ha centrado en algunos gazapos que generaron airadas protestas, especialmente errores a la hora de los himnos nacionales de dos países, Chile y Uruguay, pero también han habido quejas por la elección de los horarios de inicio de los partidos, el itinerario de viajes de algunas selecciones y la atmósfera general en torno a la Copa América Centenario.
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Ciertamente, afirmar que los medios estadounidenses han sido atrapados por la 'fiebre del fútbol' sería una grosera exageración.
La cadena Fox indicó que el partido inaugural, entre Colombia y el combinado local el pasado viernes, tuvo más de 1,5 millones de telespectadores, cifra que es menor a un 0,5% de la población de Estados Unidos y mucho menor que los niveles de audiencia de cualquier evento deportivo top de la televisión estadounidense.
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A nadie sorprende que a Univisión le ha ido mejor. La cadena que transmite para los hispanos ha indicado que tuvo un promedio de 2,9 millones de espectadores durante el primer fin de semana del torneo continental, una cifra que según dicen fue 14% mayor que la que tuvo en la fase de grupos del Mundial Brasil-2014.
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El nivel de asistencia a los estadios ha sido variado, pero el problema de larga data que aqueja al fútbol en Estados Unidos sigue presente: la elección de grandes estadios de fútbol americano para albergar partidos del deporte ‘rey’ lleva a que los televidentes vean infinidad de asientos vacíos en los escenarios.
El martes hubo más de veinte mil asientos vacíos en el estadio Soldier Field de Chicago, que tiene capacidad para 61.500 espectadores y sólo tuvo 39.642 personas presentes para observar in situ la goleada de Estados Unidos sobre Costa Rica por 4-0.
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Ninguno de los dos partidos celebrados en el estadio Camping World de Orlando (Florida), que puede recibir 65.000 personas, ha logrado llenar al menos la tercera parte del aforo.
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- Calendario 'loco' –
El primero de esos partidos ya disputados en Orlando, entre Costa Rica y Paraguay, fue jugado en horas de la tarde, bajo un calor agobiante, con más de 38 grados centígrados, a pesar de que era fácil prever que a la hora que fue fijado el encuentro el clima estaría 'caliente'.
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"Es una locura jugar en el horario en que se jugó", se quejó el entrenador de Paraguay, Ramón Díaz, quien dijo que le "gustaría ver que se tenga un poco más de consideración y respeto con los verdaderos protagonistas, que son los jugadores".
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Los largos traslados también han sido motivo de controversia. El DT de Uruguay, Oscar Tabárez se quejó de que la celeste tuvo que jugar en Glendale (Arizona), en el oeste, de ahí trasladarse a Filadelfia, en el este del país y nuevamente volar al oeste, a Santa Clara, cerca de San Francisco, todo en ocho días.
Diversos entrenadores se han molestado porque los viajes y el calendario de actividades les dejan poco tiempo para entrenar o para que los jugadores se recuperen satisfactoriamente luego de los partidos.
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"El torneo nos está dando muchas dificultades, nos plantea dificultades para hacer nuestro trabajo", dijo al respecto el entrenador de Brasil, Dunga, el martes luego de que su plantel debió desistir de la idea de entrenar en el Camping World de Orlando y trasladarse a un campus universitario porque el campo de juego del estadio estaba mojado.
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Al ser consultado sobre si había sido un acierto realizar la Copa América Centenario en Estados Unidos, Dunga no fue muy efusivo.
"Tenemos que jugar y tenemos que respetar las reglas que tienen, no queda mucho por decir sobre eso", afirmó Dunga.
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Errores con los himnos
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Pero las palmas en materia de equivocaciones se las llevaron los errores a la hora de los himnos patrios y en las identificaciones de los jugadores.
Antes del partido entre México y Uruguay primero sonó el himno de la nación norteamericana y a continuación correspondía el turno de Uruguay, pero la sorpresa fue mayúscula cuando se escuchó el himno de Chile.
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La organización de la Copa América luego pidió disculpas y atribuyó el equívoco a "un error humano".
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El Comité Organizador señaló que trabajará "con todas las partes involucradas para que un error de este tipo no vuelva a ocurrir".
Sin embargo, un día después llegó el segundo blooper. Los jugadores de Chile se encontraban entonando las estrofas de su himno nacional antes de enfrentar a Argentina pero el mismo fue cambiado por una canción del cantante estadounidense Pitbull. Otro pedido de disculpas.
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Durante el partido que jugaron el sábado Brasil y Ecuador los organizadores pidieron a los fans que votaran por el jugador del partido y una de las opciones era Gilberto Silva...que se retiró del fútbol hace un año.
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Y la cuenta en Twitter del torneo brindó una gráfica promocional del partido del martes entre Estados Unidos y Costa Rica en la que aparecía el jugador local Clint Dempsey contra su rival Juan Guillermo Cuadrado...que juega para Colombia.