El atacante de Boca Juniors salía de un bar junto a cuatro acompañantes en su BMW, aparentemente en estado de embriaguez, cuando se produjo el hecho. Según testigos de lo sucedido, el futbolista estrelló otros tres carros antes de salir huyendo para evitar ser reconocido. Aunque en un primer momento se especuló con que el jugador, que salió intacto del accidente, no había estado al volante, él mismo se encargó de desmentir esto al presentarse en la fiscalía y asegurar que, en realidad, sí era él quien había estado en control del vehículo.
Así las cosas, de confirmarse que Centurión conducía alcoholizado, no sólo el jugador sino también la institución, Boca Juniors, se verían afectados por la ley y serían multados, esto sin contar que seguramente el extremo argentino también será sancionado por su nuevo club, al que llegó hace apenas un par de semanas.