"Intentar participar en las copas europeas sería el primer peldaño de la escalada. Los aficionados del club, sobre todo los jóvenes, me paran por la calle y me dicen: 'Samuel, tienes que ayudarnos a jugar en Europa'. Los niños son iguales en todo el mundo", afirmó el exjugador del Barcelona en una entrevista que publica el diario deportivo "La Gazzetta dello Sport".
Eto'o que, cuando fichó por el equipo ruso se convirtió en el futbolista mejor pagado del mundo al recibir 20 millones de euros al año, insistió que su ida al Anzhi no fue únicamente por motivos económicos.
"No he venido hasta tan lejos solo por el dinero. Ganaba bien en el Inter y tampoco podía quejarme de mi sueldo en Barcelona. Esta nueva fase de mi carrera es seguramente un óptimo negocio, sí, pero también un reto increíble", señaló Eto'o, quien confesó que, aunque "Rusia no es comparable a España o Italia", la calidad de vida allí es "muy alta".
El exdelantero del Inter comentó también que con su nuevo proyecto está viviendo "una experiencia mucho más fascinante de lo que la gente puede creer", ya que la aventura en Rusia le permite "explorar una nueva frontera".
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Asimismo, el camerunés se mostró optimista sobre la evolución del fútbol ruso: "Atención, hay equipos aquí como el Zenit o el Cska Moscú que practican un fútbol moderno. Rusia en este sentido está avanzando a pasos de gigante".
Uno de los "grandes estímulos" que están favoreciendo el cambio en el fútbol ruso es, según Eto'o, la organización del Mundial para 2018.
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Aunque el futbolista prefiere centrarse en la nueva etapa que está viviendo con el Anzhi, reconoció que su estancia en el Inter de Milán, donde vistió la camiseta "nerazzurra" desde el 2009 al 2011, fue "una espléndida fase" de su vida.
"El Inter se quedó dentro de mi corazón, sobre esto no hay ninguna duda", concluyó.