"Gracias por su vida y por su ejemplo. Gracias por habernos dejado este recuerdo permanente en la historia y vaya en paz a jugar el partido con sus compañeros que lo están esperando. Que viva por siempre don Alcides Ghiggia", dijo el vicepresidente de Uruguay, Raúl Sendic, en el discurso que leyó durante el acto.
Los restos del exfutbolista de 88 años fallecido este jueves, fueron velados en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo uruguayo, el mismo lugar donde también se homenajeó a otras figuras del país: los últimos, en 2015, los escritores Eduardo Galeano y Carlos Maggi.
El féretro, custodiado por dos miembros de la Guardia de Honor, fue cubierto con la bandera nacional y a los pies del mismo se puso una camiseta de la selección con el dorsal número 7 de Ghiggia.
Familiares y allegados del exfutbolista, que antes velaron sus restos en un acto privado en otra zona de Montevideo, estuvieron acompañados por centenares de ciudadanos que acudieron a este homenaje fúnebre con banderas de Uruguay alrededor del cuello.
Además de Sendic, que acudió en lugar del presidente, Tabaré Vázquez, quien se encuentra en la Cumbre semestral del Mercosur en Brasilia, también estuvieron presentes otras autoridades, como el exmandatario José Mujica (2010-2015) y el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Wilmar Valdez.
"Nació grande y se fue por la puerta grande", expresó sobre la figura de Ghiggia su hijo Arcadio, quien lo acompañaba en el momento del fallecimiento, que se produjo en el mismo día que se cumplían 65 años del ‘Maracanazo' y que se debió a un paro cardíaco mientras veía un partido de fútbol por la televisión.
"Dios y el destino quisieron que se fuera un 16 de julio, seguramente a festejar con el resto de los compañeros un nuevo aniversario de la gesta más increíble del fútbol", dijo Valdez.
El presidente de la AUF dijo que se producirán "muchos más homenajes en un futuro" y destacó que si ya era una "leyenda" cuando vivía, "ahora lo es aún más".
"No podemos despedir a quien no se irá jamás de aquí. Es parte de nuestra seña de identidad, de esta leyenda permanente que se reescribe en el fútbol uruguayo", dijo el director nacional de Deportes, Fernando Cáceres.
Ghiggia se convirtió en una leyenda para Uruguay, donde existe un fuerte arraigo cultural y de apego con el fútbol, cuando anotó el segundo gol frente a Brasil en la definición del Mundial de 1950.
En una de sus declaraciones más célebres, Ghiggia retrató a la perfección el motivo de su leyenda: "Sólo el papa, Frank Sinatra y yo callamos al Maracaná".