El mánager del equipo alemán, Uli Hoeness, fue el encargado de dejar claro que 100 millones de euros es lo que se tendrá que ofrecer para pensar en la contratación de Ribéry.
A la vez, el centrocampista agradeció a los dirigentes del Bayern de Múnich el interés que han mostrado en mantenerle pese a las ofertas que han recibido y señaló que si deja la entidad bávara quiere "quedar bien con el club".
"Si algún día tengo que dejar el Bayern me gustaría quedar bien con el club. Siempre me he comportado como un profesional tanto dentro como fuera de los terrenos de juego. No he cambiado", aseguró el internacional galo al diario "L'Équipe".
"Los dirigentes del Bayern no me quieren dejar partir. No tienen la intención. Me quieren mucho. Aprecié que me defendieran tras las críticas del señor (Franck) Beckenbauer contra mí", añadió.
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El responsable del Bayern criticó la falta de compromiso del jugador con el club en un momento en el que se multiplicaban las ofertas por el centrocampista galo.
Ribéry señaló que no se ocupa de su futuro ni de estudiar las ofertas y que su objetivo es recuperarse lo antes posible de su tendinitis en la rodilla izquierda para volver a entrenarse con sus compañeros.
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"Lo que quiero es jugar al fútbol y divertirme con mis compañeros y con los aficionados", aseguró el futbolista, quien sin embargo señaló que no podrá estar en el encuentro internacional que Francia jugará el próximo día 12 contra las Islas Feroe valedero para la clasificación para el Mundial de 2010.