La última sesión de trabajo de la primera semana de Zidane como técnico del primer equipo comenzó con Isco incluido en un once titular en el que el centro de la defensa lo ocupaban Sergio Ramos y el portugués Pepe y Dani Carvajal regresaba a la banda derecha.
A puerta cerrada, tras los primeros quince minutos abiertos a los medios de comunicación, Zidane probaría más variantes en un entrenamiento para el que tuvo a su disposición a toda la plantilla y tendrá que tomar sus primeras decisiones en una convocatoria en la que tan sólo cuenta con la baja de Mateo Kovacic, sancionado.
El entrenamiento no contó con la presencia de ningún canterano de los que hasta hace una semana dirigía Zidane en el Castilla, algo que era habitual con Rafa Benítez al mando, y lo marcó el buen ambiente entre los jugadores, como ha ocurrido a diario desde el cambio en el banquillo del Real Madrid.