El ciclista danés tuvo una aparatosa caída a 18 kilómetros para el final de la etapa 1, en la que pudo terminar con el mismo tiempo del ganador Mike Teunissen.
"Es una pena caerse en la primera etapa, pero sabemos que forma parte de la carrera. No tiene nada grave, alguna cicatriz en una rodilla y en una ceja", aseguró Alexander Vinokurov, director deportivo del Astana.
Vinokurov recordó que Fuglsang llegaba al Tour en un gran momento de forma, con la intención de superar con creces la duodécima posición que logró el año pasado.
"Está en un gran momento, pero ha tenido mala suerte. Son cosas que forman parte de nuestro oficio", señaló Vinokurov.
El ciclista danés rodaba a 42 kilómetros por hora en el momento de la caída. Esperado por algunos compañeros de equipo, logró una media de casi 50 kilómetros por hora para enlazar con el grupo a falta de 10 kilómetros para la meta.
😟That didn’t look good! Thanks to his teammates, @jakob_fuglsang was able to return to the peloton to finish @LeTour stage 1. 👏
— Astana Pro Team (@AstanaTeam) July 6, 2019
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El corredor sangraba de forma abundante por una ceja y fue atendido en carrera por los médicos del Tour.
Según el parte oficial, sufre un golpe en una ceja y contusiones en el codo y en la rodilla derechas, por lo que fue sometido a radiografías en el camión médico que descartaron la fractura.
“Un corredor se estrelló frente a mí en el momento en que íbamos al frente del pelotón, era imposible evitarlo y me estrellé. No es la forma en que deseaba iniciar el Tour. Estoy feliz de que no hubo fracturas, por lo que puedo continuar la carrera”, contó Jakob Fuglsang.