La estrella británica Tommy Fury venció a los puntos el domingo al 'youtuber' estadounidense Jake Paul en un espectáculo de boxeo destinado a impulsar la reputación de Arabia Saudita como destino de peleas de primera categoría. Cristiano Ronaldo y Mike Tyson fueron algunos de los asistentes de lujo.
A pesar de sufrir un derribo en el octavo y último asalto del peso crucero, Fury se impuso por decisión dividida para deleite de los aficionados saudíes, que gritaron "Vamos Tommy" en los últimos compases.
Entre lágrimas, Fury, hermanastro del campeón de los pesos pesados Tyson Fury, pero más conocido por su participación en el programa de citas 'Love Island', declaró que había "creado mi propio legado" con la victoria.
Paul, que se autodenomina 'el niño problemático', provocó fuertes abucheos al afirmar tras el combate que "me puse muy enfermo dos veces en este campo" y "me lesioné el brazo", aunque añadió que "no estaba poniendo excusas".
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Dijo a los periodistas que Fury tenía "combinaciones impresionantes", pero que la derrota era "un reflejo de mi propia actuación".
"No conseguí poner en marcha mi ímpetu como quería y me sentí un poco plano", dijo.
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Un triunfante Fury, por su parte, presumió de haber "demostrado a todo el mundo que no le tengo miedo a nadie y que puedo dar la talla en el gran baile".
Paul ganó fama y millones de seguidores en la desaparecida plataforma de redes sociales Vine y también en YouTube antes de pasarse al boxeo hace unos cinco años.
Su récord de 6-0 antes de la pelea del domingo, incluidos cuatro nocauts, se había producido contra un grupo variopinto de oponentes que incluía a otro YouTuber y a tres luchadores de artes marciales mixtas.
Su objetivo era reforzar su credibilidad frente a Fury, que también estaba invicto, aunque sus rivales anteriores tampoco eran muy conocidos.
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Los inusuales antecedentes de ambos hombres han llevado a muchos observadores a preguntarse si alguno de los dos debería ser tomado en serio.
Sin embargo, las autoridades saudíes presentaron el evento del domingo como una señal de la creciente influencia del reino en el mundo del boxeo.
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- Acusaciones de 'lavado deportivo'
Se basó en una pelea de 2019 anunciada como 'Clash on the Dunes', en la que Anthony Joshua recuperó su corona mundial de peso pesado de Andy Ruiz, la primera vez que una pelea por el título mundial de peso pesado se había organizado en Arabia Saudita.
El año pasado, Joshua perdió por decisión dividida ante el ucraniano Oleksandr Usyk en el 'Rage on the Red Sea' celebrado en Yeda.
Entre el público del domingo se encontraban el ex campeón de los pesos pesados Mike Tyson, el cómico Kevin Hart y Cristiano Ronaldo, que ahora juega al fútbol en Arabia Saudita.
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Las autoridades saudíes afirman que en los últimos años se ha producido un aumento del interés nacional por el boxeo, y que el número de gimnasios de boxeo ha pasado de siete a 59. Su objetivo es llegar a 500.000 personas.
Su objetivo es tener 500.000 boxeadores en el reino para 2030.
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Se han regodeado de poder organizar el choque Paul-Fury después de que fracasaran los anteriores intentos de celebrarlo en Estados Unidos.
"Paul contra Fury ha llevado mucho tiempo y por fin se ha hecho, lo que es significativo para el panorama del boxeo en Arabia Saudí", declaró el príncipe Jalid bin Abdulaziz en una rueda de prensa previa al partido.