A lo largo de la historia se ha señalado que el deporte es vida, frase que para muchos es de esas que se acuñan y se vuelven cotidianas restándole muchas veces importancia, pero son muchos los testimonios de vida gracias a la actividad física, en todos los niveles.
Y uno de esos testimonios lo da Édgar Ramírez, quien representa a Cundinamarca desde hace seis años y está en el torneo de squash de los Juegos Nacional Eje Cafetero.
Sin embargo, el camino para llegar a Armenia, sede de esta disciplina, no ha sido para nada fácil. Cuando sus sueños en el deporte de la raqueta empezaban a mostrar sus primeros frutos, lo diagnosticaron con lupus, enfermedad autoinmune que afecta articulaciones, cerebro y casi todos los órganos vitales. Los médicos le comunicaron que no podía seguir practicando la actividad física, noticia que le causó tristeza, preocupación y mucho traumatismo.
Es ahí cuando aparece el reumatólogo Jesús Ballesteros y le da una nueva ilusión que lo llevaría de regreso a su deporte, tras cumplir un largo tratamiento y siendo disciplinado para ganar el punto definitivo de este partido contra la vida.
Publicidad
Y ese punto de partida llegó para dar una luz a su panorama oscuro, y de esa manera transformar su vida y obtener esa medalla de oro, que logró gracias a su fe y a su disciplina y perseverancia, que hoy en día lo tienen como una ganador y referente, en una disciplina a la que, literalmente, le debe la vida.
Pasados ocho largos meses de ese difícil proceso regresó a su vida normal y a su deporte favorito. Empezó a escribir su propia historia en los distintos escenarios donde ha competido a nivel nacional e internacional. Fue medallista en los Juegos Bolivarianos y subcampeón en los pasados Juegos Nacionales en Cartagena.
Publicidad
En los Juegos Nacionales Eje Cafetero 2023 sigue en competencia, a pesar de que cayó en los cuartos de final del torneo individual, ante su compañero Juan Vargas, pero más allá de las medallas que busca, ya puede decir que es un ganador.