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Lorena Arenas, atleta colombiana de marcha
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Lorena Arenas y los desafíos que superó para llegar a ser la primera atleta clasificada a París 2024

Una delicada lesión, grandes aprendizajes, un ciclo olímpico muy especial, sueños por cumplir y una valiosa historia detrás de esta enorme gesta, fue lo que Lorena Arenas nos contó.

El domingo 19 de marzo de 2023 será una fecha que Lorena Arenas, de seguro, jamás olvidará. Demostrando que es una de las mejores deportistas nacionales, se convirtió en la primera atleta colombiana en clasificarse a los Juegos Olímpicos de París 2024. Orgullo para millones, ejemplo a seguir para niños y jóvenes y "una berraca" como ella misma se define.

Lograrlo no fue nada fácil. De hecho, si nos remitimos a lo netamente deportivo, la nacida en Pereira necesitó firmar una marca de 1:28.02, tiempo que no solo le valió para ser segunda en el Campeonato Asiático de marcha 20 kilómetros, sino que, además, le permitió imponer récord nacional. Ahora, como bien dicen, "nadie sabe la cruz que carga el otro".

Detrás de dicha gesta, hubo dolor, sufrimiento y una lesión que la aquejó antes, durante y después del evento. Tan así que una vez culminó su participación y logró el objetivo, tuvo que pasar por el quirófano. En la actualidad, se está recuperando y espera ponerse a punto para volver a darnos alegrías. Antes de que llegue ese momento, conocimos varios detalles.

En entrevista con Caracol Sports, Lorena Arenas nos contó cómo se desarrolló la competencia, el presagio que siente tras haber hecho lo mismo camino a Tokio 2020 (también fue la primera clasificada y terminó ganando medalla de plata), los cambios, enseñanzas y aprendizajes que ha dejado este nuevo ciclo olímpico y explicó si se viene o no un nuevo tatuaje.

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Lorena Arenas, atleta colombiana de marcha, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020
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¿Cómo se desarrolló aquella competencia en el Campeonato Asiático de Marcha?
"Fue una competencia bonita porque regresaba después de mucho tiempo y con una lesión que venía presentando, de la cual ya me hicieron cirugía. Pero fue un evento difícil, en el sentido de que tenía que soportar el dolor a costa de lo que se había planificado con mi entrenador, buscar la marca para la clasificación y luchar a lo largo de los 20 kilómetros marcha".

Cuando consigue el cupo, ¿Qué sensaciones hubo en ese momento?
"Sabíamos que si lo lograba, sería un poco más tranquilo entrar a cirugía porque ya habría conseguido el objetivo, el cual era clasificar a los Juegos Olímpicos de París 2024. Así que lograrlo, nuevamente, siendo la primera de manera individual, tal y como pasó para los de Tokio 2020, para mí es una felicidad enorme, algo bonito y significa mucho en lo personal".

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¿Siente un presagio, por como se dio todo en Tokio y, ahora, por como está sucediendo de cara a París?
"Todo eso que sucede, me hace pensar en muchas cosas bonitas y, desde ya, saber que los Juegos Olímpicos de París van a ser algo hermoso y especial, donde habrá más posibilidades de hacer cosas grandes porque hay prueba de maratón por equipos, la cual puedo realizar y hay buenas posibilidades. En Colombia hay grandes marchistas y hay con qué pelear".

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Lorena Arenas, atleta colombiana de marcha, tras ganar medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020
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Ya hubo tatuaje de la medalla de plata de Tokio, ¿Cuál sigue?
"(Risas) En uno de mis brazos, tengo los Juegos Olímpicos a los que he ido, que hasta el momento son tres: Londres 2012, Río de Janeiro 2016 y, por último, Tokio 2020. Posteriormente, cuando compita en París 2024, se sumará a esa lista de los que tengo ahí. Ya en el otro brazo, tengo las medallas que he ganado y se irá llenando con las que tengo como objetivo".

¿Nos ilusionamos con una de oro en ese brazo?
"(Risas) Siempre sueño con dar lo mejor de mí y cuando lo hago, seguro que vienen grandes cosas y, como lo hablábamos, habrá dos posibilidades más de medallas, lo cual es bueno, así que espero seguir haciendo las cosas bien, preparándome de la mejor manera, con profesionalismo, y buscando resultados para la historia que me permitan seguir creciendo más".

¿Alguna curiosidad que haya sucedido en medio de dicho evento?
"En la competencia en Japón pasó algo curioso. El día anterior, me reuní con mi entrenador y me dijo que debía andar a un determinado ritmo, le pregunté que cuánto era lo más lento que podía ir y dijo que 4.29, pero antes ya había hecho con la psicóloga un trabajo de visualización de hacer récord nacional. Ahora, eso no se lo dije ni a él ni a nadie. Era solo mío y ya".

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Anthony Zambrano y Lorena Arenas, medallistas olímpicos en Tokio 2020
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Y lo termina consiguiendo...
"Arrancamos y, en el primer kilómetro, iba un poco lento, por fuera del ritmo, y luego le di con toda y mi compañera decía que iba muy rápido, que le bajara un poco, pero en mi mente tenía claro lo que quería y seguí, me enfoqué y no paré. Me acuerdo que mi entrenador estaba muy desesperado (risas) y decía que no me iba a dar y me iba a 'quemar' rápido".

Pero hizo 'oídos sordos' y concentrada...
"No lo escuché, tomé mi hidratación, no paré y me sentía bien porque los entrenos fueron extraordinarios. Al terminar, mi entrenador estaba contento y solo me decía: 'lo logramos' (risas). Finalmente, hice el récord nacional. Después de que iba a la cirugía, le comenté que quería hacer los 35 km., pero la respuesta fue: '¿Qué más quiere? Ya no puede ni caminar'".

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¿Siempre se ha caracterizado por ser así?
"Mi forma de ser es soñadora. Él me recalcaba que ya había hecho la marca nacional, clasificado a los Olímpicos, logrado el cupo al Mundial, en fin, y así me hizo entender que debo esperar, tener paciencia, recuperarme y si nos da, hacemos los 35 kilómetros. Él, a veces, me dice que exijo demasiado, pero es que esto me gusta, me llena y soy feliz haciéndolo".

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Lorena Arenas, atleta colombiana, luego de una competencia de marcha
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¿Cómo fue ese 'calvario' de la lesión?
"Duro. Competí con demasiado dolor y, después de la cirugía, decía como 'ampútenme el pie porque no aguanto' (risas). Sí fue fuerte. Pero son retos y obstáculos que uno va superando y te hace más fuerte. Ese tipo de situaciones son las que me han hecho una mujer fuerte, que lleva el cuerpo al límite; si me duele, no me quejo; eso es parte de mí y me ha servido".

¿Cuál era el mensaje de su equipo de trabajo en medio de ese proceso?
"Gracias a Dios he tenido un buen equipo a mi disposición, siempre estando pendientes. El médico Gustavo Castro ha sido una persona que está al tanto, dando una solución a los que pase. Además, con mi entrenador Brent Vallance, quien es de Australia, busca que esté en óptimas condiciones para todo. Eso ayuda y ha sido clave para salir adelante en el día a día".

Cada ciclo olímpico es diferente, ¿Qué ha tenido de especial este rumbo a París?
"Cada ciclo ha traído cambios en mi vida, dejando un impacto. Ahora, tener un entrenador australiano, genera un cambio de mentalidad, cultura, de ver las cosas, siempre me está diciendo que soy genial y recalca que no sabe cómo saco tanta berraquera para afrontar y asimilar las cosas. Y así ha pasado rumbo a Londes, Río de Janeiro, Tokio y más competencias".

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