La imagen de Taylor Fritz mandando callar a los espectadores de la Suzanne Lenglen tras eliminar al último francés superviviente, Arthur Rinderknech, simboliza el fracaso del país organizador de Roland Garros , con sus 28 representantes en los cuadros masculino y femenino fuera en las dos primeras rondas.
No hay que buscar muy lejos el último precedente. En 2021 el tenis galo ya se quedó sin jugadores tras los dos primeros partidos. Sin embargo, era la primera vez que ocurría en la 'era Open' (1968), cuando se unificaron los circuitos.
Con la Federación Francesa de Tenis (FFT) centrada en crear un sistema eficaz de detección de futuros talentos, la presente edición llegaba con el 40 aniversario del triunfo de la victoria de Yannick Noah, último en el cuadro masculino.
Caroline Garcia, número cinco mundial, era la principal baza pero en segunda ronda le pesó la presión y dejó escapar el triunfo ante la rusa Anna Blinkova (56ª) , un partido en el que había ganado el primer set.
Publicidad
"Las cosas se complicaron y estuve demasiado tensa", señaló la jugadora, que no está confirmando la excelente segunda parte de la temporada que completó en 2022 -título en Cincinnati, primera semifinal de Grand Slam en el US Open y ganadora del Masters-.
"Soy humana, tengo emociones, hay cosas que pasan en tu corazón, en tu cabeza e intentas gestionarlo todo. Hoy no estuve a la altura, estas últimas semanas tampoco", señaló.
Publicidad
Similar situación para los otros 27, pero una conclusión,el tenis francés no ha dado el nivel en su momento más importante de la temporada.
Las dos mayores promesas locales en el circuito masculino, Lucas Van Assche y Arthur Fils, ambos nacidos en 2004, cayeron ante el mismo jugador, el español Alejandro Davidovich (34º), un tenista consolidado, finalista en Montecarlo el año pasado.
"Tienen el potencial para ganar en el futuro", señaló el croata Ivan Ljubicic, antiguo entrenador de Roger Federer, que en diciembre se unió a la FFT para aportar su experiencia.
Las epopeyas de dos veteranos como Luca Pouille -procedente de la clasificación- y Gael Monfils quedarán como los mejores recuerdos para el tenis galo en esta edición de Roland Garros.
Publicidad
Pouille y Monfils, gestas a recordar
Pouille se ganó el corazón de los aficionados con un regreso al máximo nivel tras años batallando contra las lesiones y la depresión.
Derrotó al austriaco Jurij Rodionov en primera ronda y se dio el lujo de entonar 'La Marsellesa' con una grada volcada a su causa. Cameron Norrie (13º) fue un obstáculo demasiado alto.
Capítulo aparte merece Gael Monfils y sus 36 años. Sin ganar un partido en la ATP desde su abandono en agosto en Montreal, apareció en el cuadro principal con el 394º puesto de la ATP. Y regaló a los espectadores una 'night session' inolvidable.
Publicidad
Batió al argentino Sebastián Báez (42º) pasada la medianoche en cinco sets, remontando un 4-0 en el último, para provocar el delirio de la Philippe Chatrier.
Pero 24 horas después, con el torneo organizándole otra 'velada', esta vez ante Holger Rune (6º), el jugador se presentó en sala de prensa para anunciar su baja por una lesión en la muñeca.