Menéndez aprovechó una asistencia de Pablo Pérez para batir con un tiro bajo y cruzado a Pau López y, así, dejar en nada la reacción del Espanyol en la segunda mitad.
De hecho, los catalanes empataron una diana de Halilovic en el minuto nueve gracias al acierto del ecuatoriano Caicedo en el 62. Antes de la aparición de Menéndez, el pulso pudo decantarse por cualquiera, ya que los locales fallaron un penalti y Sanabria envió una clarísima ocasión al larguero.
Halilovic se puso bajo los focos muy rápido. El croata rompió la igualdad inicial, ningún equipo corría excesivos riesgos, con un gol en el minuto nueve de partido. Tras un robo de Lora, el centrocampista tuvo espacio y tiempo para sacarse un latigazo con el interior de la zurda que superó a Pau López.
El tanto desestabilizó al Espanyol, hasta que aparecieron los primeros destellos de Felipe Caicedo y Marco Asensio. De todos modos, el bloque asturiano estaba muy cómodo en Cornellà. Halilovic seguía exhibiendo su velocidad y también creaba peligro desde las bandas, aunque la defensa blanquiazul no permitiría más sorpresas.
De hecho, el guión pudo cambiar en el minuto 28. Marco Asensio se inventó un centro entre tres rivales y asistió a Caicedo, derribado por Bernardo en el área. El ariete ecuatoriano lanzó el penalti, a la izquierda de Alberto García, pero el meta detuvo su disparo. Esta acción no hundió al anfitrión, que buscaba el gol con insistencia.
Las llegadas por las bandas, de Duarte y Arbilla, dinamizaron el ataque blanquiazul. Asensio electrizaba las tareas ofensivas y Caicedo buscaba redimirse tras la pena máxima fallada. No pudo, de momento, y nada de esto bastó para cambiar el marcador antes del descanso.
La presión del Espanyol fue más evidente en la reanudación, aunque sin ocasiones claras. Fue el Sporting el que usó el ímpetu local para firmar una contra en el 54. Jony estuvo a punto de escaparse de los dos centrales y quedarse solo ante Pau, pero Roco le quitó el balón con habilidad.
Asensio tuvo la réplica en la portería contraria en la siguiente jugada. El disparo del balear, raso, lo frenó Alberto. El partido se convirtió en un duelo a ida y vuelta. La apuesta del cuadro catalán fue arriesgada: Sanabria estrelló su tiro contra el larguero en el 61. El 0-2 estaba cantado, pero no entró.
La fortuna sonreía al Espanyol. En la siguiente acción, otra contra, el equipo de Sergio González empató. Cañas, con un buen desmarque por la banda izquierda, asistió a Caicedo, que arrasó en el área pequeña (1-1). El resultado dio alas a los locales, inconformistas con el marcador.
El Sporting estaba acorralado mientras hacía frente a una doble ocasión de Burgui y Duarte y un remate de cabeza de Gerard Moreno. Era el día de Alberto, muy inspirado bajo los palos. El choque era prácticamente un monólogo del anfitrión, aunque el desgaste físico fue haciéndose más evidente a medida que se acercaba el final.
Todo parecía terminado, con reparto de puntos tras un partido con alternativas para ambos. Aún así, había más sorpresas. Pablo Pérez vio el espacio entre el central y el lateral y conectó con Álex Menéndez, que hundió al Espanyol y desató la euforia en el bloque asturiano con un disparo bajo.