Está previsto que en los próximos días la Fiscalía de Cremona (norte) pida el comienzo del juicio para más de cien investigados -entre jugadores, dirigentes y corredores de apuestas- por esos hechos, entre ellos el propio Conte, el jugador del Lazio Stefano Mauri y los exfutbolistas Cristiano Doni y Beppe Signori.
La acusación que pesa sobre Conte es la de no informar a las autoridades del amaño de dos encuentros cuando era entrenador del Siena en la temporada 2010-2011, en los que el equipo toscano jugó contra el Novara y el Albinoleffe, en la Segunda División.
El diario La Gazzetta dello Sport informó de que el objetivo del equipo legal de Conte es el archivo de la causa en su contra pero que, en caso de que esto no se produzca y sea imputado, optará por solicitar el rito abreviado.
El presidente de la Federación italiana de Fútbol (Figc), Carlo Tavecchio, ha defendido al seleccionador, que excluyó su dimisión: "Seguirá en su puesto para respetar así el contrato".
"En este país tenemos garantías para todos y también para Conte. El envío a juicio no es una condena", apuntó en declaraciones a los medios.
El escándalo, conocido como calcioscommesse, fue destapado en el verano de 2011 por la Fiscalía de Cremona y en él se vieron implicados clubes y jugadores tanto de la Primera como la Segunda División, así como de categorías inferiores.