El primer partido en la era "post Van Persie", traspasado a los ‘diablos rojos' la pasada semana por 22,5 millones de libras (28,5 millones de euros), el equipo londinense acusó la baja del máximo artillero de la liga inglesa el pasado curso y, pese a gozar de las mejores ocasiones durante todo el encuentro, no pudo conseguir el gol que le hubiera hecho comenzar la temporada con una victoria.
El técnico del Arsenal, el francés Arsene Wenger, decidió apostar por dos de las tres nuevas incorporaciones de este verano: el español Santi Cazorla, procedente del Málaga, y el alemán Lukas Podolski, del Colonia.
Fiel a su 4-3-3, el alsaciano tampoco alineó al camerunés Alexandre Song, que podría ser traspasado en los próximos días al Fútbol Club Barcelona, y dio entrada en su lugar al francés Abou Diaby, que formó una línea de tres en el centro del campo junto a los españoles Mikel Arteta y Santi Cazorla.
El exjugador del Málaga y Villarreal, no acusó la falta de acoplamiento a la física Premier League y fue el futbolista más activo de su equipo durante todo el encuentro.
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Con el '19' a la espalda, el internacional español devolvió a Wenger la confianza depositada en él y se movió a su antojo por el césped del Emirates, generando numerosas ocasiones para sus compañeros y para él que, una y otra vez, se perdían en las inmediaciones del guardameta del Sunderland, Simon Mignolet.
En la segunda mitad, el alsaciano decidió quitar "músculo" y optar por "creación", y sustituyó a Diaby por el galés Aaron Ramsey, centrocampista que demostró estar a un gran nivel con la selección de Gran Bretaña durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
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Wenger optó también por apostar por otro de los nuevos fichajes, el francés Olivier Giroud, procedente del Montpellier, que sustituyó a Podolski en busca del gol que daría a los ‘gunners' su primer triunfo del curso.
Sin embargo, el Sunderland del norirlandés Martin O'Neill es un conjunto perfectamente construido con una seguridad defensiva que se ha visto incrementada de sobremanera con la llegada del español Carlos Cuéllar a sus filas, que hoy cuajó un encuentro prácticamente perfecto.
La mejor ocasión de los ‘gunners' no llegó hasta los últimos instantes del encuentro, cuando el internacional francés Giroud no aprovechó un gran pase de Cazorla para subir el primer tanto al electrónico.
El exfutbolista asturiano del Málaga mostró, una vez más, su clase en la medular y consiguió encontrar un hueco donde lo había para hacerle llegar un excelente balón a Giroud, que disparó fuera ante la salida de Mignolet.
Poco antes, Wenger decidió dar entrada en el terreno de juego al último jugador de ataque que tenía en el banquillo, el ruso Andrei Arshavin, cedido el pasado curso al Zénit de San Petersburgo.
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Pese a la presión ‘gunner', el Sunderland no cedió en defensa y se fue de Londres con un gran resultado que hace que los pupilos de Martin O'Neill empiecen la Premier League de la mejor forma posible.