En un comunicado, el Centro Peres por la Paz reconoce que las "dificultades" han podido más que los "numerosos esfuerzos" efectuados para que se hiciera realidad el encuentro adulto, propuesto durante la visita a la zona el pasado mes de febrero del presidente del club catalán, Sandro Rossel.
La alternativa serán dos partidos de entrenamiento: uno el día 3 de agosto en la Autoridad Nacional Palestina, con niños palestinos, y otro un día después, en Israel, contra un combinado de pequeños israelíes y palestinos.
Barça irá a la zona con "un equipo de estrellas liderado por Messi, Xavi, Iniesta, Piqué, Pujol y Cesc", que estarán acompañados "todo el tiempo de sus familias, amigos y aficionados", precisó el Centro.
Las asociaciones de fútbol israelí y palestina estarán involucradas en las actividades, cuyos beneficios se destinarán a "actividades que promuevan la paz entre Israel y los palestinos", agregó.
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La idea original del partido contra un combinado adulto palestino-israelí se encontró desde el principio con la oposición de las autoridades de Ramala.
Yibril Rayub, presidente de la Asociación de Fútbol Palestina, explicó en su día que si bien era una "idea creativa" había "muchos obstáculos" y sólo sería posible "cuando el Estado palestino sea establecido, libre, independiente, democrático, con los valores y la ética del deporte como principal filosofía y cultura".
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Fuentes oficiales en Ramala explicaron hoy a que el partido es "un asunto polémico en Palestina" y que "la Federación no ha firmado ni dado su consentimiento a un encuentro de este tipo".
En Israel se barajaba también como alternativa la organización de un partido con jugadores judíos y palestinos de nacionalidad israelí, un combinado parecido al que se enfrentó con el Real Madrid en 2007.
Los detalles de la visita del Barça fueron preparados estos días en la zona por su vicepresidente Javier Faus, que el lunes visitó Israel y el martes la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Faus se entrevistó en Ramala con Rayub y en Jerusalén con el director de la oficina del primer ministro israelí, Harel Locker, a quien hizo entrega de una camiseta blaugrana con el nombre "Netanyahu" en la espalda.
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