El club blaugrana jugará el próximo día 3 en el sur de Cisjordania con niños palestinos y, un día después, en Tel Aviv, con un combinado de pequeños israelíes y palestinos. El Barcelona se paga el viaje, los hoteles y transportes de la gira, llamada Peace Tour y en la que no hay patrocinadores comerciales ni ingresos por entradas, agregaron las fuentes.
Los jugadores serán recibidos por las máximas autoridades durante su periplo y visitarán los lugares más emblemáticos de la zona.
En Belén, por ejemplo, acudirán a la Basílica de la Natividad, donde la tradición sitúa el nacimiento de Jesús, antes de desplazarse a Ramala para ser recibidos en la Muqata, el palacio presidencial, por el presidente palestino, Mahmud Abás.
Su entrenamiento con niños palestinos tendrá lugar en el estadio municipal de Dura, cerca de la ciudad de Hebrón, y cantará Mohamed Assaf, el joven de Gaza convertido en estrella en el mundo árabe tras ganar la popular competición de canción "Arab Idol".
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Al día siguiente, en Jerusalén, el equipo visitará el Muro de las Lamentaciones, el vestigio más sagrado para el judaísmo, y será recibido por el presidente israelí, Simón Peres, y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, en la residencia del primero. Ambos dirigentes acudirán por la tarde al segundo entrenamiento, que se celebrará en el estadio Bloomfield de la ciudad costera de Tel Aviv.
La Autoridad Nacional Palestina regalará o venderá a precios simbólicos las entradas, mientras que Israel se las dará gratis a niños y utilizará el entrenamiento para lanzar "Yo soy el otro", una campaña educativa contra el racismo y la desigualdad, precisaron las fuentes.
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El pasado mayo, el Centro Peres de la Paz, que participa en la organización del acto, ya anunció que las "dificultades" habían podido más que los "numerosos esfuerzos" y se enterraba el plan inicial de un encuentro cerca de Tel Aviv contra un combinado adulto palestino-israelí, como había propuesto el presidente del Barcelona, Sandro Rosell, durante su visita a la zona tres meses antes.
Yibril Rayub, presidente de la Asociación de Fútbol Palestina, explicó en su día que si bien el partido adulto era una "idea creativa" había "muchos obstáculos" y sólo sería posible "cuando el Estado palestino sea establecido, libre, independiente, democrático, con los valores y la ética del deporte como principal filosofía y cultura".
"El partido al final era más un problema que una solución. Las exigencias de las dos partes subían a medida que se encontraban soluciones", señalan las fuentes de la organización.