Una internada de Cristiano Ronaldo en el pico derecho del área forzó la salida del arquero Jan Oblak. El portugués consiguió asistir a Chicharito con la punta del botín, y el mexicano marcó a portería vacía.
El equipo de Diego Simeone había encadenado siete derbis sin perder contra el Madrid, incluido el 0-0 de la ida en el estadio Vicente Calderón. La racha se cortó en el peor momento posible.
El respeto del Madrid por el Atlético y el peso de los siete partidos sin ganar el derbi hablaron en la pizarra del timonel merengue Carlo Ancelotti. El técnico italiano metió de inicio a sus tres centrales Sergio Ramos, Raphael Varane y Pepe ante la baja del creativo Luka Modric. Ramos ocupó una inusual posición en el centro del campo junto a Toni Kroos e Isco. Hernández acompañó a James Rodríguez y Cristiano en el tridente ofensivo sin Gareth Bale y Karim Benzema, ambos lesionados.
La novedad de Simeone fue el joven volante Saúl Ñíguez, de 20 años. Mario Mandzukic y el francés Antoine Griezmann fueron titulares. El mensaje de los entrenadores después del empate sin goles de la ida era claro: no encajar gol.
El partido arrancó con dominio local pero sin demasiadas ocasiones. La posesión era blanca, mientras el Atlético buscaba agazapado la oportunidad. El Madrid pudo adelantarse dos veces en el marcador. Al filo del descanso, Saúl, muy errático, perdió la pelota al borde del área rojiblanca. James recogió el rechace y asistió a Cristiano. El portugués erró uno de esos mano a mano que nunca falla, al rematar a las manos de Oblak.
Simeone abortó el experimento de Saúl y metió a Gabi tras el descanso. Pero el Madrid salió espoleado del vestuario. Isco filtró un pase sobre el desmarque de Chicharito al límite del fuera de juego, el mexicano quedó solo ante Oblak pero su remate cruzado salió ligeramente desviado.
Los de Ancelotti dominaban, cada vez más cerca del gol. Ramos cabeceó un centro de Cristiano pero Oblak, bien colocado, volvió a desbaratar el peligro.
Desbordado en el medio campo, Simeone sacrificó a Griezmann para ganar peso con Raúl García. El cambio contuvo la hemorragia y el Atlético empezó a inquietar la portería de Iker Casillas cuando el reloj anunciaba alargue.
Pero justo cuando el equipo colchonero respiraba llegó la rigurosa expulsión de Turan por doble amarilla. El turco había visto tarjeta por reiteración de faltas en la primera mitad y vio la segunda a los 76 minutos por un plantillazo a Ramos.
El Madrid olió sangre y se fue con todo a por la victoria. Chicharito volvió a disparar desviado un mano a mano con Oblak a los 80 minutos, mientras el Atlético, que empezaba a acusar el esfuerzo, trataba de ganar la prórroga para darse un respiro.
Simeone agotó los cambios con la entrada del uruguayo José María Giménez para jugar con una línea de cinco en defensa. El Madrid encontró el premio de gol con el remate de Chicharito a los 88 minutos.
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