Aunque el conjunto colombiano intentó cambiar la programación con el equipo brasileño para comenzar jugando de visitante el encuentro y luego buscó conciliar con los organizadores de la inauguración de los Juegos para poder utilizar el escenario ese día, todo fue inútil.
Además, la posibilidad de utilizar tribunas metálicas o móviles en el estadio de Envigado, que no cuenta con el mínimo de espectadores exigido por la Confederación Sudamericana de Fútbol, Conmebol de 20.000 personas, también fue descartada.
"Nos sentimos abandonados porque nos sacaron de nuestra propia casa. El papá echó de la casa al hijo", señaló este jueves Leonel Álvarez al periódico El Colombiano..
"Nos toca trasladarnos a Bogotá y nos duele, especialmente a mí porque es mi primera Copa Libertadores como entrenador", agregó Álvarez.
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De igual manera, Independiente Medellín tendrá que jugar en Bogotá el enfrentamiento ante el Racing de Uruguay.