"Se ha registrado una ataque contra oficinas del equipo en Jerusalén que han causado extensos daños. Hemos abierto una investigación y llegado a la conclusión de que el incendio ha sido provocado deliberadamente y buscamos a varios sospechosos", declaró a Efe el portavoz de la Policía israelí, Miki Rosenfeld.
El incendio acabó con el despacho del superintendente del club, Meir Harush, junto a la cancha del equipo jerosolimitano, y una habitación aledaña donde se guardaban trofeos, galardones, camisetas y otros objetos de la historia del conjunto.
Harush se mostró consternado tras conocer la noticia de los graves daños causados y lamentó que los atacantes hayan "acabado con la historia del Betar. ¿Cómo puede alguien hacer algo así? Es horrible", recoge este viernes el medio electrónico "Ynet".
El suceso se produce después de que el mes pasado hinchas del equipo volvieran a los titulares tras protagonizar insultos racistas después de que el equipo fichara a dos jugadores chechenos musulmanes.
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El incidente tuvo lugar durante un partido con el Bnei Yehuda de Tel Aviv, cuando varios aficionados desplegaron pancartas racistas e islamófobas, en las que espetaban a los responsables del equipo a mantener al "Betar puro para siempre".
Esos comentarios desataron una ola de protestas entre políticos, aficionados y el mundo del deporte que condujeron al arresto de seis seguidores del Betar bajo sospechas de haber estado implicados en actos de racismo e incitación a la violencia durante el partido.
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Cuatro de ellos fueron imputados el jueves, según explicó a Efe el portavoz policial, que precisó que este contexto está siendo considerado con especial interés en previsión de un nuevo partido el próximo domingo entre el Betar y el equipo árabe Bnei Sajnín.
"Obviamente tenemos muy en cuenta la situación y de cara al domingo estamos desarrollado un preparativo para garantizar la seguridad antes, durante y después del partido", señaló Rosenfeld.
El jefe de Policía del Distrito de Jerusalén, Yosi Pariente, el vicefiscal general, Eli Abarbanel, y responsables del Betar Jerusalén analizaron precisamente el jueves vías para combatir el racismo, especialmente a la luz del fichaje de los dos jugadores chechenos.
Recientemente el presidente de Israel, Simón Peres, pidió a la Asociación de Fútbol israelí que tomase medidas cuanto antes para poner fin a la xenofobia en los campos.
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"El racismo ha golpeado al pueblo judío más fuerte que a ninguna otra nación en el mundo. Las autoridades deben impedirlo antes de que tenga lugar. Estoy convencido de que todo el país está conmocionado por este fenómeno y nunca lo aceptará", señaló Peres.