Al final del partido en el que el Cruzeiro perdió 2-0 contra el Fluminense, el delantero de 30 años se fue contra el equipo de Belo Horizonte. "Esto no es normal, no estoy feliz con lo que está sucediendo. Tenemos que buscar una solución, porque no pueden tomar mi felicidad para venir a jugar a esta mierda".
Tras estas fuertes declaraciones, Cruzeiro decidió separarlo del club y buscar una manera legal para desvincularlo.
La polémica se centró porque el futbolista colombiano tuvo que volver a Cruzeiro, equipo que no quiso que prolongara su préstamo con el Vasco de Gama, equipo en el que había tenido un buen desempeño el semestre pasado.
"A la vista de todos los eventos, hemos tenido acceso al audio al final del partido, que era una declaración y un posicionamiento extremadamente lamentable e inaceptable por Riascos, ofender a la institución, ofender a su historia", fue la declaración de Scuro.
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Por último, el director deportivo afirmó que a pesar de la mala situación deportiva del Cruzeiro, peleando los puestos de descenso, no eran justas las palabras de Riascos, ya que se encontraba en un club serio y grande que cumplía con sus responsabilidades frente a los jugadores.
"No vamos a aceptar, bajo ninguna circunstancia, que cualquier futbolista trate así a la institución. Cruzeiro vive más bien un momento difícil de reorganización, pero es sólo el respeto, el trabajo y la honestidad que nos pondrá en el lugar que merecemos estar", sentenció Scuro.
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