"Cada jugador tiene que dar lo máximo, buscar su mejor fútbol dentro del campo y demostrar por qué está en la selección brasileña. La selección no es un escaparate mundial", sentenció Lucio, en una rueda de prensa.
El capitán resaltó que "siempre" se debe preservar la seriedad y el compromiso con la selección y pidió que todos los jugadores hagan autocrítica de sus errores y, de forma vehemente, reclamó que se dé prioridad al juego en el equipo por encima de las individualidades.
"El símbolo en el pecho es más importante que el nombre escrito en la espalda. Representamos una nación", espetó el capitán, que acumula once años de internacional.
Lucio consideró que "es normal" que los más jóvenes "tengan ansiedad", aunque rechazó que ningún jugador haya acudido a la Copa América solo a divertirse y llamó a la calma puesto que Brasil depende de sí mismo para pasar a los cuartos de final.
Publicidad
"No podemos hacer una tempestad en un vaso de agua. Dependemos de nosotros para clasificarnos", declaró.
El centrocampista Paulo Henrique Ganso confirmó que antes de esta declaración pública, Lucio conversó con los jugadores, para transmitirles "tranquilidad, fuerza y su experiencia".
Publicidad
Ganso coincidió en la importancia del equipo por encima de las individualidades y asumió su parcela de responsabilidad en los malos partidos de Brasil en el comienzo de la Copa América.
"He fallado muchos pases, sobre todo adelante, cuando hay que dejar al delantero de cara al gol (...) Ante Paraguay ya mejoré bastante y el miércoles quiero rendir aún más", afirmó.
Ante Paraguay, Ganso sirvió las dos asistencias de gol en el empate 2-2. En los dos partidos que ha jugado, acertó 79 pases y perdió 21, según las estadísticas de la organización.
El mediapunta mostró confianza en conseguir una victoria contra Ecuador, aunque reconoció que sabe "poco" de la selección con la que va a jugar este miércoles.
Publicidad