El triunfo ante el Cesena la semana pasada alentó la perspectiva del conjunto milanista, aún confiado en la posibilidad de dar alcance a la zona alta de la tabla y disputar el próximo año una competición europea.
El duelo en Verona supuso un nuevo paso atrás. El conjunto de Filipo Inzaghi no pudo superar a un adversario amenazado por la zona de descenso.
El Milan solo ha logrado una victoria en sus últimos cuatro partidos. No termina de alcanzar una regularidad que impulse su trayectoria.