Tras encadenar dos victorias en línea, llegar a 28 puntos y asegurar cupo a la segunda fase de la liga, la calma retornó al Atlético Nacional, perdonado el pasado miércoles por la Mesa de Convivencia en el Fútbol y la Secretaría de Gobierno de Medellín , que en principio le había impuesto al club como castigo el tener que jugar a puerta cerrada ante Pasto luego de la muerte de un aficionado de Once Caldas en Itagüí el 12 de mayo anterior.
Una vez reversada la decisión, y con el apoyo de sus hinchas en el Atanasio Girardot, Nacional ahora se pone como meta el arrebatarle la punta a los colíderes Tolima y Santa Fe, que tienen 29 puntos y oficiarán de locales este fin de semana ante Millonarios y Cúcuta.
En el camino hacia su objetivo, el técnico Juan Carlos Osorio no podrá contar el domingo (5:30 p.m.) con el delantero John Freddy Pajoy, sancionado por la Dimayor con una fecha luego de completar su tercera tarjeta amarilla, ni con el arquero Cristian Bonilla y el volante Sebastián Pérez, quienes viajaron con la selección Colombia Sub-20 al Torneo Esperanzas de Toulon en Francia.
Por los lados del Pasto la situación no marcha también como la de su rival, ya que luego de gran comienzo de campeonato los ‘volcánicos' se han ido quedando en las últimas fechas, poniendo en riesgo su clasificación a cuadrangulares.
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Los del Galeras sólo sumaron un punto de los últimos seis posibles y descendieron a la sexta casilla de la tabla, en la que registran 25 unidades y una diferencia negativa de tres goles. Para completar las dificultades, sus jugadores amenazaron el lunes con no viajar a Medellín si los directivos no les cancelaban el pago correspondiente al mes de abril. Al final todo se solucionó y las cosas volvieron a la normalidad.
Las cuentas para el Pasto son claras:para avanzar en la liga necesita ganar al menos un partido de los dos que le hacen faltan (cierra como local ante Itagüí) y esperar que Cúcuta, Once Caldas o Cali no tengan una campaña perfecta en este remate de torneo.
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