El dirigente es señalado de ordenar el asesinato de dos empleados de una empresa bajo su control y de ser el cabecilla de una organización criminal.
Un tribunal peruano ordenó este viernes 18 meses de prisión preventiva para el presidente de la Federación Peruana de fútbol (FPF), Edwin Oviedo, acusado por la fiscalía de haber ordenado los homicidios de dos sindicalistas de una empresa controlada por él.
"El juez Carlos Chanamé ordena 18 meses de prisión preventiva contra Edwin Oviedo, como presunto cabecilla de la organización criminal 'Los Wachiturros de Tumán'", indicó el Poder Judicial en Twitter.
El fiscal a cargo del caso, Juan Carrasco, había solicitado la prisión preventiva para Oviedo en una causa en la que se investiga los asesinatos de los exdirigentes sindicales Manuel Rimarachín, en octubre 2012, y Percy Farro, en mayo del 2015.
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Según la denuncia de la Fiscalía, Oviedo ordenó dichos homicidios en represalia por las actividades de protesta que éstos organizaban contra el dirigente de la FPF cuando se desempeñaba al frente de la azucarera Tumán, en Chiclayo (norte de Perú).
Tras una semana de una audiencia judicial, el juez de Chiclayo, Carlos Chanamé, aprobó el pedido de prisión de 18 meses, un caso conocido en Perú como "Los Wachiturros de Tumán".
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"Oviedo dio la orden y pagó a los sicarios para que maten a mi papá porque reclamaba por los derechos de los trabajadores", dijo Bryan Rimarachin al diario Perú 21, quien perdió a su padre a los 19 años.
En reiteradas ocasiones, Oviedo había insistido en su inocencia en este caso.
La policía detuvo el jueves a Oviedo bajo sospechas de participar en una "red de corrupción" integrada por prominentes jueces, ahora destituidos, y hombres de negocios.
Según la Fiscalía, el pedido de prisión preventiva se hizo ante un inminente "peligro de fuga".
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Oviedo, quien dirige la FPF desde enero de 2015, es investigado por "cohecho" y "tráfico de influencias". En su reemplazo la Federación quedó a cargo del vicepresidente Agustín Lozano, quien asumió este viernes sus funciones.
"Es es un momento difícil que le toca pasar a la FPF. Hoy me toca asumir la responsabilidad de dirigir temporalmente los destinos de nuestra FPF", dijo el ingeniero Agustín Lozano en conferencia de prensa.
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Gareca inquieto
La detención Oviedo preocupa al técnico de la selección blanquirroja, el argentino Ricardo Gareca, quien había pedido estar "blindado" frente a estos problemas al renovar su contrato en agosto.
Tras volver de una gira por Europa para entrevistar a jugadores peruanos, Gareca llegó el jueves a la sede de la FPF en medio de un allanamiento de la policía y la fiscalía tras la detención de Oviedo.
Sorprendido, el técnico pidió una reunión de emergencia con el director deportivo de la Federación, Juan Carlos Oblitas, para expresar su inquietud por la situación de Oviedo y consultarle sobre lo que podía ocurrir.
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Oblitas le dio un mensaje de tranquilidad al entrenador, al asegurarle que la parte deportiva estaba al margen de esta crisis.
El presidente interino de la FPF, Agustín Lozano, respaldo el trabajo de Gareca y confirmó que respetará las reformas del fútbol peruano.
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"Hoy hemos conversado con el profesor Ricardo Gareca. Él sabe que tiene nuestra confianza. La tuvo, la tiene y la tendrá", manifestó Lozano de 47 años.
Después del Mundial de Rusia, los líos judiciales de Oviedo demoraron la renovación del nuevo contrato de Gareca, quien finalmente renovó el 8 de agosto por tres años más.
Algunos dirigentes habían pedido a Oviedo que diera "un paso al costado" mientras enfrentaba los problemas judiciales, pero él se ha negado a renunciar, clamando inocencia.
Su decisión mantenerse al frente de la FPF provocó en julio la renuncia de los miembros de dos órganos de la FPF, el Comité de Ética y el Comité Consultivo, este último integrado por cinco prominentes empresarios.
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Líos judiciales
Los líos judiciales de Oviedo no tienen nada que ver con el deporte, pero se agudizaron durante el Mundial de Rusia, cuando medios peruanos comenzaron a divulgar audios de comprometedoras conversaciones de jueces, el 8 de julio.
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Estos audios sacaron a la luz los estrechos lazos de Oviedo con el ahora destituido juez de la Corte Suprema peruana César Hinostroza, quien para evitar ser procesado escapó en octubre a España, donde fue detenido y ahora enfrenta un pedido de extradición.
La fiscalía sospecha que Oviedo le pagaba honorarios a Hinostroza y le obsequió entradas para él y su esposa para el Mundial, a cambio de ayudarlo en las causas judiciales que enfrentaba.
La fiscalía anticorrupción atribuye a Hinostroza ser el líder de una red de corrupción llamada "Los Cuellos Blancos del Puerto" del Callao (vecino a Lima), que integraban también otros jueces, funcionarios judiciales y dos prominentes empresarios, entre ellos Oviedo.
Esta red está acusada de la venta de sentencias y de traficar favores.
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