A los pocos meses de conseguir la victoria en las últimas elecciones, el partido político Syriza, con Alexis Tsipras como jefe y primer Ministro, tomó este miércoles su primera medida a nivel social. No se trata de ningún tema de impuestos o algo relevante con la deuda o con el frente económico del país. No. Decidió suspender el fútbol de primera, segunda y tercera división hasta nueva orden.
¿Cómo llegaron hasta esta medida? Sencillo, el pasado domingo se disputó el clásico entre Panathinaikos y Olympiakos. Cuando los visitantes decidieron salir a calentar en el estadio Apostolos Nikolaidis, hinchas de Panathinaikos ingresaron en el césped y la violencia tuvo como resultado que los jugadores no pudieran realizar sus trabajos de calentamiento como es normal.
Pero esto no fue suficiente, durante todo el partido los hinchas locales atacaron a los jugadores y el banquillo del Olympiakos con bengalas y como resultado quemaron la mano de uno de los jugadores del cuadro del Pireo, Pajtim Kasami.
Además de esto y como si no fuera suficiente, este miércoles, en partido de la segunda división entre Lamia y Karditsa, hinchas de los dos equipos se enfrentaron cuerpo a cuerpo antes y durante el encuentro.
Publicidad
Esto llevó a tomar por primera vez en la historia una medida tan drástica y no permitir el saque inicial a un partido hasta no conseguir que todos los estadios implementen la boleta electrónica, que permite saber exactamente quién compra y quién entra al estadio; instalar cámaras de seguridad en todos los escenarios deportivos del país y acabar con los clubes de hinchas hasta convertirlos en legalmente respaldados grupos de seguidores.
Esto nos permite recordar a Margaret Thatcher, quien a mediados de los años 80 decidió acabar con los Hooligans de una vez por todas, prohibiendo a todos los equipos ingleses jugar cualquier competición de la UEFA durante 1985 y 1990. Incluso, la ‘Dama de hierro' alcanzó a proponer instalar vallas con electricidad en los estadios para que así nadie se acercara o pensara en ingresar al terreno de juego.
Publicidad
El ejemplo es claro. Medidas supremamente drásticas pero que en largo plazo dieron su resultado y es por esto que la Premier League de Inglaterra es hoy en día uno de los campeonatos más atractivos del mundo y sus estadios domingo a domingo se mantienen llenos.
Por ahora, entonces los griegos tendrán que dedicarse al Playstation para tener algo de acción futbolística y con la selección del país en un momento delicado en las eliminatorias de la Euro 2016 la pregunta es: ¿hasta cuándo no habrá fútbol en el país de los campeones de Europa en 2004?