El primer United sin Alex Ferguson ganó por un cómodo 5-2 al Kitchee, equipo dirigido por el español Alex Gómez y que cuenta con cuatro jugadores de esta nacionalidad en sus filas, pero la principal noticia en la ciudad no ha sido el resultado, sino el campo de barro en el que se produjo, que ha desatado muchas críticas en los medios locales y británicos.
Esto llevó al secretario de Asuntos Internos (equivalente a un ministro del interior), Tsang Tak-sing, a pedir disculpas públicamente por el mal estado del terreno en el estadio de Hong Kong, que visitó el lunes junto al máximo responsable del gobierno hongkonés, Leung Chun-ying, para prometer una remodelación.
El presidente del Kitchee, Ken Ng, también garantizó cambios para mejorar la imagen internacional del deporte local, subrayando que "las autoridades aprenderán del incidente y mejorarán la calidad del césped".
Curiosamente, el Manchester United apenas se quejó del terreno, y su nuevo entrenador, David Moyes, quitó importancia a éste en la rueda de prensa post-partido.
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"Nuestros jugadores jugaron muy bien, incluso en un terreno complicado, lo que hizo que el campo pareciera bueno", llegó incluso a bromear el técnico escocés, que dirigió al Everton durante más de una década antes de aceptar la complicada tarea de suceder a Sir Alex Ferguson al frente de los ‘red devils'.