Claudio Borghi, su sistente Jaime Vera y el preparador físico Hernán Torres sostuvieron la noche del lunes una reunión de tres horas con el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Sergio Jadue, para evaluar el trabajo del cuerpo técnico luego de las tres derrotas consecutivas ante Colombia, Ecuador y Argentina, que hicieron caer a Chile del primer al sexto lugar en las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial Brasil 2014.
Al término de la reunión, cerca de la medianoche, Borghi salió en silencio sin formular declaraciones. Jadue tampoco dio alguna luz sobre el encuentro y no ratificó públicamente al seleccionador, como se esperaba tras la serie de derrotas.
La prensa deportiva chilena conjetura que los dirigentes le exigirán a Borghi una mayor disciplina con los jugadores. Pero el viernes Borghi descartó poner mayor mano dura.
Cinco jugadores estuvieron castigados con diez partidos de suspensión por llegar tarde a la concentración en octubre pasado y "en estado inconveniente". Otros dos jugadores fueron vistos de madrugada en una discoteca durante una concentración.
El diario El Mercurio publicó que Jadue y los otros cinco dirigentes que participaron en la reunión le pidieron al seleccionador informar y pedir autorización para conceder permiso a los jugadores durante las concentraciones. Asimismo, le habrían exigido una mejor relación con la prensa luego de la controvertida rueda de prensa que ofreció el viernes.
La permanencia de Borghi, quien asumió en marzo del año pasado tras la renuncia de Marcelo Bielsa por diferencias con Jadue y la nueva dirigencia, deberá en todo caso resolverse pronto. El 14 de noviembre la selección enfrentará en un partido amistoso a Serbia en Suiza.
El viernes, Borghi descartó renunciar al cargo y dijo estar convencido de que el equipo se clasificará al Mundial Brasil 2014.
Publicidad