A su llegada al Hallenstadion de Zúrich, donde se celebra el Congreso, numerosos delegados declinaron hablar con los periodistas, pero aquellos que aceptaron hacer declaraciones estaban divididos en cuanto a sus preferencias.
Delegados de países africanos y de pequeñas islas que cuentan con federaciones nacionales de fútbol con derecho a voto en este cónclave manifestaron su apoyo a Blatter, al que consideraron la persona más apropiada para continuar dirigiendo la organización, que cuenta con un total de 209 miembros.
En cambio, los europeos que respondieron a los requerimientos de la prensa fueron unánimes en apoyar al príncipe jordano y vicepresidente de la FIFA, Alí bin Al Husein, el único rival que se enfrentará esta tarde a Blatter, quien se postula para su quinto mandato.
El presidente de la Federación de Fútbol de Holanda, Michael van Praag, que fue candidato a presidente, presentó su retirada y ahora apoya al jordano, opinó que este tiene opción de ganar y adelantó que, de no ser el caso, el resultado final será ajustado.
"Nunca he creído en los bloques y en esta ocasión hay algunos que están claramente divididos. Esta votación es secreta y cada quien puede hacer lo que quiera", agregó.
La fisura más evidente, según han comentado delegados que han pedido el anonimato, se observa en la Confederación de Fútbol Sudamericana (CONMEBOL) y en la Confederación de Fútbol de América del Norte, Central y del Caribe (CONCACAF), las más golpeadas por uno de los dos escándalos de corrupción que han estallado.
Los siete dirigentes de la FIFA detenidos hace dos días en Zúrich, y cuya extradición pide Estados Unidos por graves cargos de corrupción, forman parte de ambos bloques.