La víctima de ese episodio fue el centrocampista Matías Fritzler, quien fue agredido por un socio de Lanús la noche del domingo al término de un partido que ese equipo perdió como local 1-0 ante Argentinos Juniors por la octava fecha de la liga argentina. De inmediato, el club anunció la expulsión de ese hincha.
"No es un barra (hincha violento), es un plateista que va seguido a la cancha", subrayó después el presidente de Lanús Alejandro Marón en reunión de prensa. El dirigente agregó que solo identificará al agresor a requerimiento de la justicia.
Fritzler, quien regresó a Lanús tras dos años en el fútbol de Turquía, fue golpeado en la puerta de los vestuarios después de haber hablado con periodistas.
"Me pegó cuando tenía los brazos abajo", declaró el futbolista de 28 años a la cadena Fox Sports. "Se ve que tenía todo planeado, no me dio tiempo a nada".
Por el golpe, el jugador cayó al piso y fue ayudado a levantarse por algunos socios, destaca Clarín del lunes. "Una imagen lamentable", agrega ese diario. El piso ensangrentado, Fritzler con su ojo morado, gritos por doquier, y para mal de males, una llamativa ausencia de efectivos policiales en la escena".
Fritzler, campeón con Lanús en el Apertura de 2007, salió lesionado a los 54 minutos cuando el partido estaba 0-0 y según coincidentes versiones de prensa su posterior agresor lo habría insultado desde su platea, al parecer reclamándose que pusiese más empeño en su juego. El equipo que dirige Guillermo Barros Schelotto sumó después su segundo derrota consecutiva y quedó con 12 puntos, ocho menos que el líder Boca Juniors.
Los episodios más resonantes dentro de la violencia en el balompié argentino involucran a peleas entre barrabravas o a choque de estos con fuerzas de seguridad. Muy de vez en cuando y en categorías menores, los violentos agreden a jugadores y les roban sus pertenencias al término de un partido o entrenamiento.