El jugador Nicholas Williams del Cefn Albion de la National League Division One Cup de Gales casó una pelea contra Andrew Barlow, cuando este lo golpeó pero el árbitro decidió ignorar la jugada. Así mismo Williams siguió a Barlow y en la siguiente oportunidad que tuvo en el partido le propinó una patada criminal que dejó a Barlow con una doble fractura, tan así que los dedos de los pies tocaban la rodilla.
Ante esa acción Williams fue acusado por "agresión maliciosamente infligida" y el jurado lo determinó culpable, por lo que deberá pagar una condena de cárcel por 12 meses.