El partido entre ambos clubes será en el estadio Olímpico de Roma y cerrará la decimoquinta jornada de la Liga de Italia.
Roma y Juventus llegan al encuentro en situaciones distintas: con un Luis Enrique en la cuerda floja tras la derrota por 3 a 0 ante el Fiorentina el pasado fin de semana, y un equipo turinés con un impecable arranque de temporada colocado en lo más alto de la clasificación, con 2 puntos sobre Milán y Udinese.
Los hombres de Antonio Conte, centrados en las competiciones nacionales por su ausencia en Europa, llegan al encuentro además con el impulso anímico de la victoria "in extremis" conseguida el jueves ante el Bolonia en Copa de Italia, con lo que sellaron su clasificación para cuartos de final.
Si el Juventus disputaba la Copa de Italia, Luis Enrique no perdía ni un momento con sus jugadores, al plantear una intensa sesión de entrenamiento a pesar de que era fiesta nacional, sabedor de que se juega mucho en el Estadio Olímpico, a pesar de que el equipo está lejos de los puestos de descenso y es séptimo en la tabla.
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Fuera de ese entrenamiento, el internacional argentino y exmadridista Fernando Gago, quien se limitó a una sesión de fisioterapia por una torcedura de la rodilla derecha que afecta también a la cápsula articular.
Pendientes del resultado de ese partido estarán, sobre todo, el Milán y el Udinese, quienes podrían irse a la cama el domingo como líderes provisionales.
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El Milán, que viene de ganar por 2 a 0 al Génova, tendrá que enfrentarse al Bolonia, cuarto por la cola y que necesita como agua de mayo otra victoria como la conseguida el pasado fin de semana por la mínima (1-0) ante el Siena.
Por su parte, el Udinese, que se impuso al Inter el pasado sábado por 1 a 0, lo tendrá algo más difícil "a priori", pues se enfrentará también el domingo al Chievo, duodécimo en la clasificación tras empatar en la jornada anterior a 0 ante el Atalanta.
Y si el Roma-Juventus acapara toda la atención no menos es el Inter-Fiorentina, un partido en el que los hombres de Claudio Ranieri deben dar el máximo para alejar el fantasma del descenso y demostrar que, al contrario de lo que hizo la semana pasada el equipo de Luis Enrique, ellos pueden imponerse a los toscanos.
Sexto por la cola, el Inter tendrá en frente al undécimo de la tabla para conseguir una victoria que podría devolver la ilusión ya no solo a la afición, sino también a su presidente, Massimo Moratti.
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"Moratti está disgustado. Quiere un equipo que reaccione y estamos haciendo todo para que esto suceda", comentó este viernes el propio Ranieri ante los periodistas.
"Lo encuentro decepcionado, pero siempre está listo para animarnos y darnos el calor que un presidente tiene que dar en estos momentos. No está ni enfadado, ni negativo. Entiende el momento que está viviendo el equipo. Está muy cerca de nosotros y se lo agradezco", agregó.
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Y el Nápoles, después de sellar esta semana su pase a octavos de final de la Liga de Campeones, se enfrentará el domingo al Novara para mantener también el buen ritmo que lleva en la Liga italiana, donde es quinto clasificado.
Completa la lista de partidos de la decimoquinta jornada de la Serie A italiana el Lecce-Lazio, el Atalanta-Catania, el Cagliari-Parma, el Siena-Génova y el Palermo-Cesena.