Según informa la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) en una nota de prensa, el Napoli, que es segundo en la Serie A, será procesado por la llamada "responsabilidad objetiva" en las acciones ilícitas que pudieron cometer sus defensas Paolo Cannavaro y Gianluca Grava, así como su exportero Matteo Gianello.
En concreto, en las sospechas de la Fiscalía de la FIGC figura el partido Sampdoria-Nápoles (1-0) de la Serie A del 16 de mayo de 2010, en el que Gianello pudo tomar decisiones para "alterar el desarrollo del partido", habiendo apostado por la victoria del equipo genovés.
La Fiscalía cree que Gianello pudo contactar a sus entonces compañeros de equipo, Cannavaro y Grava, para que participaran de este supuesto fraude, pero que estos se negaron a ello, sin llegar a denunciarlo, lo que lleva a los dos defensas del Nápoles a afrontar ahora el proceso deportivo por "omisión de denuncia".
Por los hechos ilícitos que pudieron cometer sus tres jugadores, el Napoli tendrá que asumir un proceso deportivo, así como por los contactos que Gianello pudo llevar a cabo para realizar apuestas futbolísticas, algo prohibido para los jugadores.
La Comisión de Disciplina de la FIGC, que juzgará ahora el caso del Napoli y Cannavaro, Gianello y Grava, ya ha llevado a cabo procesos deportivos para otros clubes y futbolistas del fútbol italiano por el caso, siendo el del entrenador de la Juventus, Antonio Conte, el más reconocido.
Conte fue sancionado en primera y segunda instancia a 10 meses de inhabilitación, sanción rebajada en tercer grado de apelación por el Tribunal de Arbitraje Deportivo italiano a 4 meses, por la omisión de denuncia en el supuesto amaño de un partido del Siena en la temporada 2010-2011, cuando él era el entrenador del equipo.