El proceso estará encabezado por el antiguo inspector jefe de Durham (noreste de Inglaterra), Jon Stoddart, y se centrará en las 96 muertes que tuvieron lugar en la semifinal de la Copa de Inglaterra (FA Cup) hace 23 años.
La tesis de que las muertes en el estadio del Sheffield Wednesday fueron accidentales, sostenida por la justicia británica un año después de la avalancha humana, siempre fue puesta en duda por los familiares de las víctimas, a los que un informe independiente dio la razón el pasado 12 de septiembre.
El documento, elaborado en 2011 con datos desclasificados, fue presentado en el Parlamento de Westminster por el primer ministro, David Cameron, y revelaba que 41 personas podrían haber sido reanimadas si hubieran recibido la atención adecuada.
Por ello, el fiscal general británico aseguró que "todas esas muertes y sus causas deberían ser consideradas de nuevo".
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May espera que la nueva investigación sea "meticulosa" y que "haga justicia a las 96 víctimas que murieron y a las familias que han luchado por ellos".