El River Plate necesitaba de una victoria para superar una de las peores etapas de su historia, pero un Lanús equilibrado y eficaz echó agua a sus sueños de recuperación.
Sin dominios marcados, con varias alternativas en las dos áreas, el River empezó a echar de menos al punta colombiano Radamel Falcao, traspasado al fútbol portugués, y el Lanús a José Sand, máximo goleador de la temporada pasada, que continuará su carrera en los Emiratos Árabes.
El déficit ofensivo de ambos era notorio, les faltaba algo en las cercanías de las áreas rivales en un partido tenso, en el que el legendario Ariel Ortega asomaba como la alternativa creativa del River y Eduardo Salvio como el jugador más profundo de los ‘granates'.
La lucha por el balón en el centro del campo se hizo intensa, situación en la que afloraban los méritos de un Lanús sólido, aguerrido, ordenado tácticamente frente a un oponente poco claro para buscar a su delantero Cristian Fabbiani, incómodo por los marcajes e impreciso cuando intentaba soltarse.
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El River Plate asumía más compromisos que el Lanús, tras doce años de sequía en torneos internacionales y una mala campaña en los últimos doce meses, mochilas que comenzaron a pesar toneladas a medida que transcurrían los minutos.
En su estadio, con la renovada esperanza que propone el comienzo de una temporada, con una hinchada fervorosa que no dejaba de alentar, el equipo de Néstor Gorosito buscaba el gol como antídoto a sus ansiedades. Pero se fue al descanso sin réditos.
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A los diez minutos de la segunda parte los hinchas del River reclamaron a los jugadores que pusieran 'huevos' y el técnico dispuso la salida al campo de Marcelo Gallardo, que a los 58 se hizo cargo de un tiro libre que tapó con dificultades el meta Mauricio Caranta.
A esas alturas el River, imposibilitado de progresar con juego raso, llenaba de centros el área del conjunto granate, que intentaba responder al contraataque, para lo cual comenzaba a contar con espacios de sobra.
Pero a los 67 minutos, cuando apenas encontró un espacio en una defensa hasta ese momento infranqueable, Cristian Fabbiani, con un derechazo desde fuera del área al segundo palo, puso en ventaja a los riverplatenses.
Pero un equipo limitado, que había roto el cero en el marcador con un destello individual, no logró neutralizar la arremetida de un Lanús ambicioso y oportuno, que con una asistencia quirúrgica de Ledesma y un remate notable de Salvio igualó a los 80.
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Y a poco del pitazo final Salvio, con una soltura demoledora, dio la victoria a un Lanús que, a estas alturas, ya no sorprende.